El Ayuntamiento
de Guadamur siguiendo una política de incremento de los bienes museísticos de
nuestra localidad, ha adquirido la reproducción de la lápida del presbítero Crispín cuyo original encontrado en Guarrazar en las excavaciones de
1859, se encuentra hoy en día en el Museo Arqueológico Nacional.
El artista y escultor
que ha realizado la réplica ha sido Pedro Patiño Pérez, vecino y natural de
Guadamur que se está especializando en relieves visigodos. Tras una ardua
búsqueda de la pizarra que sirviera para efectuar la reproducción la encontró
en Canteras Muñoz, de la Nava de Ricomalillo. El resultado, una acertada replica a la que se le han señalado también las lineas de fractura que tiene la original.
Cuando a
comienzos de 1859 divulgado por la prensa el descubrimiento del Tesoro de
Guarrazar y su incorporación a las colecciones del Museo de Cluny, la Real
Academia de la Historia comienza las investigaciones para examinar el sitio del
descubrimiento con fines científicos pero a la vez jurídicos.
El Gobierno de S.
M. dispuso por Real Orden el 9 de Abril que se practicasen excavaciones exploratorias
en las Huertas de Guarrazar, con intención de averiguar si había allí existido
un antiguo templo cristiano u otro edificio sagrado , que sirviera como
argumento para reclamar las coronas a Francia ya que entonces estaba prohibida
la venta de objetos sagrados, procedentes de templos y cementerios.
La comisión nombrada para realizar las excavaciones estaba formada por dos la Academia de la Historia de Madrid y uno del ministerio de Fomento .De Toledo , el gobernador civil y un representante de la Comisión Provincial de Monumentos que no se hicieron presentes, quizás dolidos por no haber considerado el ministerio la solicitud que había realizado la Comisión Provincial con antelación para realizar ella la excavación.
En el cuadro de J.M. Esquivel , Los poetas contemporáneos, están retratados las autoridades culturales de Madrid que intervinieron o tuvieron relación con las excavaciones de Guarrazar, |
Con gafas Aureliano Fernandez Guerra representante de la Real Academia de la Historia. Delante de el con perilla Pedro de Madrazo que acudió a las excavaciones a partir del día 25 de abril. |
José Amador de los Ríos , director. |
Antes de comenzar
las excavaciones se encontraron un panorama desolador, debido a los repetidos
expolios que se habían producido en el lugar desde que se tuvo noticia de que
allí se había descubierto el famoso tesoro visigodo.
El relato de
los hechos fue como sigue:
El 10 de Abril se desplaza la comisión
presidida por el Ministro de Fomento Sr. Marqués de Corvera y dirigida por José
Amador de los Ríos, comenzándose a excavar en los terrenos municipales en las
inmediaciones de la fuente, sin obtener resultados positivos. Ese mismo día por
las indicaciones de Francisco Morales (primer descubridor del tesoro) se
empieza a trabajar dentro de las huertas, retirándose las piedras sueltas que
había en superficie como consecuencia de los anteriores expolios.
El día 11 con las herramientas que se
habían solicitado a Toledo se empieza a excavar en las huertas y se construye
un lavadero al lado de la fuente, para cribar las arenas resultantes de la
excavación. Los peones encargados de hacer la excavación fueron presos con penas menores procedentes de Toledo, a los que se les redimió días de condena pro trabajar en ellas.
El día 12 se suspenden los trabajos por
las lluvias. Es a partir del día 14
cuando las excavaciones dan como resultado la aparición de un pavimento de
losas de granito, machones y un muro.
Tras varios días
de excavación quedó definida la línea de un edificio incompleto como
consecuencia del laboreo y el declive del terreno.
Las
excavaciones se suspenden desde el día
17 hasta el 25 de abril, el motivo,llegaba la Semana Santa. El mismo 25 domingo de resurrección se reanudan nuevamente los trabajos en
un hueco de uno de los muros ya descubiertos, dando como resultado la aparición
de una gran losa de mármol de San Pablo de los Montes que resultó ser el
umbral de la puerta.
Al norte de esta descubren losas de arcilla
cocida y a continuación al excavar al sur, apareció un pavimento de hormigón
romano, definiéndose también las dimensiones de la estancia al encontrarse los
muros laterales cuyo recinto no medía más de 2,74 x 4 m de extensión. El hormigón romano se
extendía de muro a muro y en la zona central, algo más baja, se descubrió, tras
retirar algunos sillares de granito, una gran losa de pizarra de 1.75 m de larga por 0.72 m de
ancha, que estaba fracturada a causa del derrumbe de los muros.
El abandono del cementerio en el
que estaba excavando José Amador de los
Ríos, hubo de producirse durante la
dominación musulmana, cambiándose la
utilidad de aquel cercado. No es de extrañar que en unas cuantas décadas la parcela se cultivase y que la capilla pasase a servir como vivienda.
La ruina del edificio pudo ser producto
del abandono y además de algún terremoto. Aunque la zona está muy alejada de un
lugar colisión de dos placas tectónicas, eventualmente se pueden producir pequeños
movimientos sísmicos. No tan pequeño tuvo que ser el producido en 1221, al haber quedado testimonio histórico de sus
daños. Creemos que el derrumbe de los
sillares y dintel de la puerta sobre la lápida
se pudo producir en esta época
.........Como
aconteció en la ciudad de Toledo, año de 1221, y se cayeron muchas casas y gran
parte de los adarves, causó mucho
espanto, porque aquel lugar está fundado sobre peña, y en lo alto y muy lejos del mar.
Al extraerse para
ser lavada en la fuente, la losa se partió del todo. La lápida cubría a su vez
cuatro grandes losas de granito que al retirarse dejaron ver el esqueleto de un
difunto.
Una vez lavada José
Amador de los Ríos y su equipo pudieron ver la siguiente inscripción
incompleta:
El texto que está
incompleto debido a la rotura de la lápida, lo interpreta hoy Isabel Velázquez está
escrito en latín antiguo y se trata de una composición poética con rima
dividiéndose en tres partes:
Una primera donde la
composición es más personal, Crispin habla en primera persona de sí mismo, e
invita a mirar el lugar donde se encuentra enterrado como pecador en el final
de su vida terrenal. Además de los restos arqueológicos encontrados que nos vienes a resaltar la importancia que tuvo que tener el lugar en ´poca visigodas esta parte de la inscripción relativamente olvidada desde 1859 en que se descubrE, nos avisa y nos pone en camino para poder comprender que fue GUARRAZAR, o quizás mejor dicho SORBACES en el siglo VII.
Al invitar al que en el futuro leyere su lapida, advierte
FÍJATE EN EL LUGAR Y OBSERVA SUS ALREDEDORES
................................. HE PREFERIDO POSEER SAGRADO.
Nuestro modesto entender el lugar santuario mariano, bosque sagrado y manantial sagrado pudo ser lugar de peregrinaje religioso en busca de su aguas sagradas en aquel siglo VII , que la llegada de los musulmanes y el tiempo hundirían en el olvido.
La segunda parte es una
copia del epitafio que el octogenario Rey visigodo Chindasvinto encargó al
arzobispo Eugenio II de Toledo dedicado a la reina Reciberga que murió a la
edad de 22 años. Como el epitafio de Crispin se trata de una copia adaptada al difunto que es un hombre es necesario cambiar el género de femenino a masculino por
lo que se rompe la secuencia métrica y se altera su composición.
Y en la tercera
parte se añade el nombre del difunto, su cargo, presbítero, y la fecha de
defunción.
Hay que destacar que
está datada en la era hispana lo que supone restar 38 años a la fecha tallada en
la lápida sería de la siguiente manera:
DCC XXXI 731 – 38 =
693 (era cristiana)
La muerte y enterramiento
del presbítero Crispín se produce en el sexto año del reinado de Egica
(687-702). Recesvinto murió en
el 672 por lo que la inscripción es unos años posterior al conjunto del tesoro
de Guarrazar.
La orientación de la
tumba de Crispín corresponde a la más frecuente en esa época en Hispania
Oeste-Este con el difunto mirando al Este al Sol Naciente con una clara finalidad
simbólica.
El difunto mira al
sol nacer cada día y está vigilante ya que según los profetas (Mateo 24-27 y
Lucas 1, 78-79) por el oriente se ha de producir la venida de Cristo y el
establecimiento de su reino la Parusia.
Por eso Crispín
está expectante mirando al este, vigilante de la llegada de la llama voraz,
para cuando se produzca la llegada de Cristo,
resucitar en la compañía de los santos a los cuales se
había encomendado a su muerte, según dice su epitafio.
PARA CUANDO LA LLAMA VORAZ VINIERE A ENCENDER LA TIERRA…. (preliminar de la Parusia)
Esta orientación se
aplicaba también a los templos y otros
edificios litúrgicos, ya que Jesucristo había subido a los cielos por el
Oriente y por allí vendrá. Misma orientación tenía la pequeña capilla
cementerial o posible martyrium excavado
en 1859, hoy desaparecido o sin encontrar, ya que los planos de ubicación que
elaboró Jerónimo de la Gándara están ilocalizables o destruidos .
La aparición de la
tumba de Crispín en una capilla lateral nos puede hacer pensar que no fue el
único enterramiento que pudo tener el edificio, por eso Jose Amador de los Rios
nos habla que pudo ser un martyrium.
Pedro A. Alonso Revenga
Ruth Gelado
Ruth Martin Villanueva
BIBLIOGRAFIA BASICA
Amador de los Ríos, José (1818-1878)
Editorial: Madrid : Imprenta Nacional, 1861.
Alicia Perea y otros(ed.)
El tesoro visigodo de Guarrazar
Madrid : Ministerio de Ciencia y Tecnología [etc.] ; Ciudad Real : Universidad de Castilla-La Mancha, 2001.
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