En occidente, es protector de los males de garganta , ya que, según la tradición salvó a un niño que se estaba ahogando con una espina de pescado en la garganta. Como dicen los gozos que se cantan el día de su fiesta en el colegio , otro de los prodigios que efectuó fue el andar sobre las aguas.
Su culto se extendió por este aspecto protector, por todo la cuenca del Mediterráneo. En la Edad Media, se erigieron en Roma no menos de treinta y cinco iglesias en su honor. San Blas es uno de los catorce santos protectores, gozando por ello de gran popularidad hasta nuestros días.
En nuestra localidad San Blas se veneraba ya en 1575, por voto del pueblo, posiblemente su fiesta llegó a desaparecer, hasta que se retomó su culto a principios del siglo XX. Por esos años, todavía rebrotaban algunas de las grandes epidemias que se venían padeciendo históricamente, sobre todo en épocas de malas cosechas.
Recordemos que el cólera y la viruela a mediados del siglo XIX habían hecho estragos en nuestra localidad, como en muchos lugares de España. Amenazaban ahora dos epidemias como la difteria y el sarampión, enfermedades que afectaban de manera especial a los niños.
Por este motivo Don Andrés Hornillos, apoyado por el Marqués de Linares instituyó la fiesta de San Blas hacia 1905, con fines lúdicos, pero principalmente con fines petitorios, hacia le benevolencia de San Blas y su protección eficaz contra esas enfermedades. La colaboración en un principio del marques de Linares consistió en el regalo de un cordero para cocinar una caldereta que era la comida el día de la fiesta, de los niños del colegio, que conseguía paliar , al menos por un día , la deficiente alimentación infantil de entonces.
Muchos compañeros de aquellos años, recordarán como acudíamos a la merienda, con un plato de metal esmaltado, envuelto en una servilleta anudada, que servia de escudo, y el tenedor de espada , la rosca de pulsera y la naranja que no cogía en el bolsillo.
Después de la merienda, al cine, ya se encargaba el señor Pepe de poner alguna película infantil que devorábamos con placer .
La luminaria de la víspera , otro de los actos principales de la fiesta , tuvo su principal ubicación la Plaza de Recesvinto, el solado de esta, desplazó durante algunops años la hoguera a las inmediaciones de las escuelas: Desde hace algunos años se celebra junto al auditorio.
En 1985 desaparece esa hermandad de niños de San Blas, ya que entran a formar parte de la fiesta las niñas y es ahora todo el grupo escolar quien celebra la fiesta, encargándose de la organización el claustro de profesores y sustituyendo el cine por representaciones musicales y teatrales de los propios niños del colegio.
