GEOLOGIA DE LA RUTA. Discurre el itinerario,
por borde norte de la meseta cristalina de Toledo, de gran antigüedad geológica,
desde el borde de esta. se desciende por su
zócalo hasta llegar al Tajo y su vega.
La meseta cristalina del Tajo, se llama así a esta elevación de la
superficie de terreno sobre la que están asentada parte de la comarca de los
Montes de Toledo. Se extiende en la margen derecha del Tajo en la provincia de
Toledo, desde su afluente el Algodor hasta el Torcón y por el sur hasta los
mismos Montes de Toledo. Su altitud media de la meseta es de 700 metros,
inclinada hacia el norte y al pie de su zócalo discurre el rio Tajo con una
altitud media de 440 metros. La meseta
se llama así por estar compuesto por un suelo de rocas cristalinas y que son el
resultado de metamorfismo de rocas antiguas magmáticas dando como resultado los
actuales los gneis y los granitos que forman el basamento de la meseta. Los
suelos son poco profundos y pobres en nutrientes y es muy frecuente que aparezcan
afloramientos de estas rocas, sobre todo en los valles de los arroyos debido a
la erosión fluvial.
La vega del Tajo.-Está formada á formada básicamente por sedimentos
cuaternarios, , arrastrados por el rio durante la fases interglaciares del
cuaternario, que forman varias terrazas
sobre todo al otro lado del rio , pues a
este lado no hay casi terrazas por la zona, pues el rio está encajado
en el zócalo de la meseta cristalina. Al
otro lado del rio, las terrazas sedimentarias son mas amplias y se han
encontrado restos de la fauna del cuaternario como Elefas anticus, hipopótamos, etc y también las primeras industrias
líticas del Paleolítico como cantos trabajados y grandes lascas.
Llegado al puente del rio
iniciamos el retorno por la vega de Portusa, formada como la de Daramezas, en un meandro
del rio, únicas que nos podemos encontrar en la margen izquierda Tajo después de Toledo. Volvemos a subir a la meseta por ese zócalo empinado,
que actualmente llamamos, La cuesta de los Grillos, pero que su nombre antiguo
es Cuesta Bermeja ( cuesta roja) por el color las arenas y tierras que forman
este paraje. Entre olivares y monte de dehesa se continua hasta llegar a
Guadamur.
Los arroyos
que descienden por la meseta cristalina desde la cordillera de los Montes de
Toledo, forman profundos valles, sobre todo en el zócalo de esta meseta como
son los de la Degollada, Guajaraz y Torcón.
Debido al desnivel que nos vamos
encontrando llegando al zócalo de la meseta, la erosión a arrastrado las
tierras y arenas de la esta meseta dejando suelos pedregosos en los que el
cultivo no prospero. Lo que si prospera es la flora autóctona compuesta de
encenizas, coscojas , enebros y otros arbustos, romeros y tomillos, paisaje que se viene a denominar de dehesa. No
sin gran esfuerzo nuestros antepasados han introducido también el cultivo de la
vid y el olivar.
En la
actualidad y se sigue introduciendo el olivo y también pistachos en las pocas
zonas fértiles de estas dehesas que antiguamente se empleaban para los
cereales.
La zona de monte de estas dehesas era aprovechada para el pastoreo. Ya
que sus pastos eran alquilados por ganaderos de ovejas merinas de la Mesta, los
serranos, como se les llamaban procedentes de Castilla y Leon que pasaban la
invernada en esta zona, marchándose a sus lugares a comienzos de la primavera.
También se
utilizaban estas dehesas para la implantación de colmenares y la obtención de
miel. Para que la vegetación
arbustiva no ocupara la zona de pastos, se controlaba por los carboneros que
utilizaban estos arbustos de coscoja y encina para la elaboración de la
carbonilla.
Las encinas se
talaban cada 24 años y con su madera se producía carbón, que se llevaba a
Toledo y Madrid en carretas de bueyes.
ARRABALES DE GUADAMUR , BARRIO DEL CAÑO.- Saliendo por la calle Marqués
de Argueso , se continúa por el camino de la Barca a la izquierda nos dejamos
el barrio del Caño y el Cerro del Pilar
, denominado así por la existencia de un pilar o abrevadero que recoge las aguas de la fuente del Caño .
Todo el cerro está poblado de bastantes eras empedradas para la trilla y la
limpia del cereal pues esta zona era muy propicia pues el cerro abierto a los vientos gállego y bierzo,
necesario para separar el grano de la paja. Inmediato de esta zona esta el
lugar denominado Borocalejo , que no es otra cosa que la deformación de
berrocalejo, pequeño lugar lleno de peñascos graníticos.
A su pie antes de llegar al
cementerio encontramos una zona de huertas.
CEMENTERIO MUNICIPAL DE GUADAMUR.- Fue fundado en 1917, por el alcalde D. Jesús Alonso , por el aumento de la
población , en un lugar bien ventilado como era el cerro de la aldea .
Denominado entonces Cementerio de Nuestra Señora de la Natividad, quizás en
recuerdo del antiguo que estaba al lado de la ermita de esta advocación.
CERILLO DE LA ALDEA.- Se llama así a todo este cerro, que su pie tiene el arroyo del prado , por haber
sido el origen de Guadamur. Sabemos que exigió una pequeña aldea carpetana, que
pudo sobrevivir durante la dominación romana y que quizás desapareció con las
invasiones bárbaras del siglo V. A finales del siglo XVIII se sembraban aquí
345 fanegas de cereal de secano. Hoy día está ocupado por olivares y fincas
ganaderas. Toda esta zona de olivares inmediata a la Dehesa Nueva se denomina El
Horno, por la existencia en la zona de un horno para la elaboración de cal,
obtenido de pequeños canchales de piedras calizas, que había en la zona, sobre
todo en el Cerro del Albillo o Cerro de San José.
DEHESA
DE ACEITUNO.- Es lo mismo que olivo
, aceituno seria el árbol de las aceitunas. Es una finca pero se conoce desde
la edad media como alquería: la alquería que es pueblo o caserío , es un grupo de
viviendas habitadas por varias familias de familias , que se dedican a la
explotación de las tierras circundantes mediante la ganadería, la agricultura y
en menor medida la caza.
Esta alquería hoy finca se
menciona por primera vez de documentos en el año 1127 , estando habitada por
mozárabes , que eran antiguos cristianos que había convivido con lo musulmanes
en la zona desde el año 711 hasta la conquista de Toledo . Muy posiblemente su
origen puede ser de estos siglos.
Durante la Edad Media y buena
parte de la edad moderna fue propiedad de las monjas Bernardas del convento de
San Clemente de Toledo .
De unas 1.305 fs., parte de la
cual había sido adquirida por la esta Comunidad
monástica en el año 1221 y 33.
Fue desamortizada , o vendida en base a la la ley de desamortización de Espartero de 1841 . En 1846 figuran como compradores
:
Mateo Murga, que
adquiere el primer quinto de la dehesa de Aceituno compuesta de once pedazos de
tierra que . contiene 602 fs. de
distintas clases, titulado Quinto Viejo
de Aceituno por 862.000 reales.
Don Mateo Murga, era
un importante financiero, pues se le anuncia entre los suscriptores iniciales
de acciones de ferrocarriles, iniciada su construcción por aquellos años por
consorcios hispano-ingleses. Le representaban en Toledo la razón social
«Hornilla y Muro»
Don Rafael del Moral
vecino de Toledo compra el segundo quinto que estaba formado por 9 pedazos que
contienen 589 fs. de diferentes clases y le llamaban Quinto nuevo de Aceituno,
por 700.000 reales.
A finales del siglo
XIX la compró Don Carlos Morenés y Tord , Conde de Asalto el restaurador
del castillo y en ella trabajaron muchos vecinos de Guadamur . A finales del
siglo pasado era arrendada para su uso agrícola y cinegético por gentes de
Guadamur.
Buena parte de la
finca pertenece a la Diputación provincial, tras su compra a un descendiente
de los Morenés. En el año 2011 la diputación construyó el vertedero y planta de
tratamiento de residuos urbanos de toda
la provincia , con una duración aproximada de funcionamiento de 20años .
En 2019 Ecologistas en acción
denunciaron que el viento contaminaba de bolsas las fincas las fincas de los alrededores.
Aunque se recogieron, según ecologista el daño ya estaba hecho.
Otra parte de la
finca fue adquirida por un empresarios que se construyó una vivienda que la
está explotando agrícolamente con nuevas plantaciones de olivos y pistachos y
cinegéticamente con suelta y cacerías de perdices.
DEHESA NUEVA .
Este terreno adehesado al norte de Guadamur
en la edad Media era una sola dehesa , que fue adquirida por Don Pedro
Lopez de Ayala el Viejo, padre del constructor del castillo hacia 1432 Siendo alcalde mayor de Toledo, empezó a
comprar tierras en el término para aportarlas a las dote de su hija Leonor que
se iba a casar Diego López de Avalos, llamado el de Guadamur , hijo del Condestable Rui López Dávalos, para
aportarlas y adjuntarlas ,en el matrimonio a las tierras que tenía ya Don Diego.
Al final estas fincas y otras tierras que seguían comprando
en el término de Guadamur, en Huecas ,
Fuensalida , Villamiel y Rielves y en la zona de la gran finca de Portusa formarían la base territorial o
mayorazgo del Condado de Fuensalida
concedido a D. Pedro Lopez de Ayala y Castañeda el “El Mozo” hermano de Doña
Leonor y constructor del castillo de Guadamur en 1470.
En la Edad Media estas dos fincas llegaban casi a los
extramuros de Guadamur, pero a partir del siglo XVI se inicia un proceso de
ampliación de los terrenos agrícolas que, desde los prados inmediatos a Guadamur fue
comiendo terreno a las dehesas. Fueron fundamentalmente viñedos lo que se
plantaron en estas tierras, próximas a
la población. Este proceso de roturación al sur de las dehesas se mantuvo desde
el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX. Los olivares que vemos hoy día, es
sus principios fueron todos viñas. Ya que el vino fue el principal producto
agrícola de Guadamur hasta finales del siglo XIX, que fue desplazado por el
aceite.
LAS DOS DEHESAS.Dehesa
Nueva y Vieja
Esta gran extensión de terreno entre la población y la gran
dehesa de Portusa, era el lugar preferente de caza de los condes de Fuensalida.
Muy posiblemente el Príncipe D. Felipe el Hermoso, cazase en ella en el verano
de 1502 cuando estuvo en el castillo unos días.
Tuvo que ser muy buena esa cacería, que le propicio el IV Conde de Fuensalida,
que, cuando Felipe se proclamó rey de
España , uno de los primeros nombramientos que hizo,fue nombrar al conde su
Montero Mayor.
En Guadamur, durante la historia se tuvo que
pasar poca hambre en los siglos pasados , ya que esa abundancia de caza mayor y
menor en su dehesa era aprovechada por los vecinos en todo momento, o bien para
alimentarse con ella o comerciar para conseguir otras viandas . Tan frecuentes
eran los cazadores furtivos en la Dehesa del II Conde de Fuensalida que buscó una solución casi definitiva para que no
la esquilmasen. Dividió la Dehesa en dos Dehesa Vieja y Dehesa Nueva, dejando
la Dehesa Vieja al ayuntamiento quedando entonces como dehesa concejil con una
extensión de 700 fanegas a y quedándose él la
Dehesa Nueva para sus cacerías. Además de ello, para conseguir que los vecinos
de Guadamur respetasen su finca, dio un paso más en beneficio propio y de sus vasallos.
Pues las otras fincas agrícolas del término, que eran la mayoría del conde las
cedió a los agricultores bajo un pequeño censo enfitéutico anual.
En 1843, el duque
de de Osuna y Frías, también Conde de
Fuensalida, cedió las tierras a los campesinos de Guadamur que las venían cultivando desde la edad media , pero
una posterior reclamación de esta medida de los sucesores del Duque se inició un
proceso, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX , con una sentencia
salomónica, quedando Las Viñas de Arriba , la Dehesa Nueva y la Casa Pinto para
los Duques de Frias y el resto de las tierras para los agricultores de Guadamur
y su ayuntamiento.
En los años setenta la Duquesa de Osuna descendiente de los
Duques de Frías se desprende de sus posesiones de Guadamur vendiéndolas a vecinos de Guadamur :
Las Viñas de Arriba a
Eugenio Lorente, la Casa Pinto a Cándido Sánchez y la Dehesa Nueva la compró el
entonces alcalde de Guadamur Antonio Fernandez Moreno. Que a su vez la divide
en dos, quedándose con la parte de labrantío y vendiendo la parte de monte a un
arquitecto de Madrid.
DEHESA DE PORTUSA
.- Denominada así por estar al lado de un vado o puerto del rio , portusa
significa puertecillo y es un diminutivo latino castellanizado.
Este paso o vado
del rio era muy utilizado ya en época romana y se siguió haciendo con carácter
militar y ganadero hasta el siglo pasado.
Atravesaban por el
las partidas de carlistas que venían de
Castilla a buscar refugio en los Montes de Toledo, sufriendo sus consecuencias
los vecinos pueblos de Guadamur y Polán. Pues estas partidas roban en los
pueblos o reclamaban impuestos o rescates. Eran tan frecuentes los robos de los
bueyes de carretería y de labranza que pastaban en la finca, que los ganaderos
y labradores de Guadamur en 1838, decidieron asociarse ante la calamidad;
acordando ampara a prorrateo a aquel que se viese privado de su ganado por los
hurtos de las facciones carlistas
A mediados del siglo XVIII el cura de Guadamur Don Juan Jose de Funes Guadamur dice en una relación:
Al poniente de la villa a una legua esta la famosa labranza, Casa y
Dehesa de Portusa, todo acomodado para pan, ganados de todas clases , por
la inmediación del rio al que se pasa
por Barca , que toma el nombre y se llama Barca de Portusa.
Era entonces propiedad de la Marques de Estepa ,Doña Maria
Luisa Centurión y Velasco sobrina del ultimo Conde de Fuensalida D. Manuel
Lopez de Ayala , del cual hereda la finca y el título.
La barca de Portusa era un privilegio que concedía el rey y de ellas
sus concesionarios del peaje que
se pagaba por pasar el rio obtenían
buenas rentas . Desde Toledo capital, hasta la dehesa de Ventosilla en el rio .
Solamente estaban: la Barca de Pasaje en la ciudad. La Peraleda, Estiviel,
Portusa , Ventosilla , Zuarraz y Castrejón.
Estas barca las llamaban de percha , pues estaban aseguradas
a una maroma para que la corriente no se las llevara . Solían tener un fondo
plano, que utilizaban para planear el rio con esta maroma o cable denominado andarivel,
que estaba sujeto a ambos lado del rio a dos machones de fabrica .
La propia maroma o cable servía para desplazar la barca.
La vega de Portusa fue muy utilizada el siglo pasado para la plantación de melones , siendo sus hortelanos vecinos de Villaconejos y también se plantó tabaco, quedando aun los secaderos en la finca.
ARRABALES DE GUADAMUR .- Prado de Abajo y Lavaeras
Entramos a Guadamur
por el lugar denominado los Prados de Abajo, prados municipales en los que
pastaban los ganados del común . Un poco más arriba a ambos lado del arroyo se
encuentran las Lavaeras , que posiblemente toma el nombre por utilizarse esta
zona como lavadero de ropas. También en ambas márgenes se fabricaban adobes ,
aprovechando el propicio légamo de sus orillas originado por las frecuentes
inundaciones del este cauce
El Barrio del Caño, se denomina
así por la existencia de una fuente municipal con un caño o tubería por donde
manaba el agua, a mediados del siglo XVIII. El cura de entonces informaba que
la cañería estaba dañada y un siglo después conocemos una restauración.Ya a a
mediados del siglo XIX se tuvo que reparar , pues estaba a punto de perderse ,
en ese siglo o a comienzos del XX , ya se excavo un pozo , y existía un pilar a
abrevadero. En el posp pozo el Tio
Quintin Morales, durante la Guerra civil del 36 encontró escondido , una copia
del cuadro de la Virgen de La Natividad , que se cree que era de la familia de
D. Felipe Clemente De diego.