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GEMA SIGILAR DEL TESORO DE GUARRAZAR

viernes, 4 de marzo de 2022

APUNTES HISTORICOS DE LA RUTA GUADAMUR PORTUSA GUADAMUR

 

GEOLOGIA DE LA RUTA. Discurre el itinerario, por borde norte de la meseta cristalina de Toledo, de gran antigüedad geológica,   desde el borde de esta. se desciende por su zócalo hasta llegar al Tajo y su vega.

La meseta cristalina del Tajo, se llama así a esta elevación de la superficie de terreno sobre la que están asentada parte de la comarca de los Montes de Toledo. Se extiende en la margen derecha del Tajo en la provincia de Toledo, desde su afluente el Algodor hasta el Torcón y por el sur hasta los mismos Montes de Toledo. Su altitud media de la meseta es de 700 metros, inclinada hacia el norte y al pie de su zócalo discurre el rio Tajo con una altitud media de 440 metros.  La meseta se llama así por estar compuesto por un suelo de rocas cristalinas y que son el resultado de metamorfismo de rocas antiguas magmáticas dando como resultado los actuales los gneis y los granitos que forman el basamento de la meseta. Los suelos son poco profundos y pobres en nutrientes y es muy frecuente que aparezcan afloramientos de estas rocas, sobre todo en los valles de los arroyos debido a la erosión fluvial.

 

La vega del Tajo.-Está formada á formada básicamente por sedimentos cuaternarios, , arrastrados por el rio durante la fases interglaciares del cuaternario,  que forman varias terrazas sobre todo al otro lado del rio ,  pues a este lado  no hay  casi terrazas por la zona, pues el rio está   encajado  en el zócalo de la meseta cristalina. Al otro lado del rio, las terrazas sedimentarias son mas amplias y se han encontrado restos de la fauna del cuaternario como Elefas anticus, hipopótamos, etc y también las primeras industrias líticas del Paleolítico como cantos trabajados y grandes lascas.  

Llegado al puente del rio iniciamos el retorno por la vega de Portusa,  formada como la de Daramezas, en un meandro del rio, únicas que nos podemos encontrar en la margen izquierda Tajo  después de Toledo.  Volvemos a subir a la meseta por ese zócalo empinado, que actualmente llamamos, La cuesta de los Grillos, pero que su nombre antiguo es Cuesta Bermeja ( cuesta roja) por el color las arenas y tierras que forman este paraje. Entre olivares y monte de dehesa se continua hasta llegar a Guadamur.

 

Los   arroyos que descienden por la meseta cristalina desde la cordillera de los Montes de Toledo, forman profundos valles, sobre todo en el zócalo de esta meseta como son los de la Degollada, Guajaraz y Torcón.

Debido al desnivel que nos vamos encontrando llegando al zócalo de la meseta, la erosión a arrastrado las tierras y arenas de la esta meseta dejando suelos pedregosos en los que el cultivo no prospero. Lo que si prospera es la flora autóctona compuesta de encenizas, coscojas , enebros y otros arbustos, romeros y tomillos,  paisaje que se viene a denominar de dehesa. No sin gran esfuerzo nuestros antepasados han introducido también el cultivo de la vid y el olivar.

En la actualidad y se sigue introduciendo el olivo y también pistachos en las pocas zonas fértiles de estas dehesas que antiguamente se empleaban para los cereales.

  La zona de monte de estas dehesas era aprovechada para el pastoreo. Ya que sus pastos eran alquilados por ganaderos de ovejas merinas de la Mesta, los serranos, como se les llamaban procedentes de Castilla y Leon que pasaban la invernada en esta zona, marchándose a sus lugares a comienzos de la primavera.

    También se utilizaban estas dehesas para la implantación de colmenares y la obtención de miel.     Para que la vegetación arbustiva no ocupara la zona de pastos, se controlaba por los carboneros que utilizaban estos arbustos de coscoja y encina para la elaboración de la carbonilla.

 Las encinas se talaban cada 24 años y con su madera se producía carbón, que se llevaba a Toledo y Madrid  en carretas de bueyes.

 

ARRABALES DE GUADAMUR , BARRIO DEL CAÑO.- Saliendo por la calle Marqués de Argueso , se continúa por el camino de la Barca a la izquierda nos dejamos el barrio del Caño  y el Cerro del Pilar , denominado así por la existencia de un pilar o abrevadero  que recoge las aguas de la fuente del Caño . Todo el cerro está poblado de bastantes eras empedradas para la trilla y la limpia del cereal pues esta zona era muy propicia pues el cerro  abierto a los vientos gállego y bierzo, necesario para separar el grano de la paja. Inmediato de esta zona esta el lugar denominado Borocalejo , que no es otra cosa que la deformación de berrocalejo, pequeño lugar lleno de peñascos graníticos.

A su pie antes de llegar al cementerio encontramos una zona de huertas.

CEMENTERIO  MUNICIPAL DE GUADAMUR.-  Fue fundado en 1917, por el alcalde  D. Jesús Alonso , por el aumento de la población , en un lugar bien ventilado como era el cerro de la aldea . Denominado entonces Cementerio de Nuestra Señora de la Natividad, quizás en recuerdo del antiguo que estaba al lado de la ermita de esta advocación.

 

CERILLO DE LA ALDEA.- Se llama así a todo este cerro, que  su pie tiene el arroyo del prado , por haber sido el origen de Guadamur. Sabemos que exigió una pequeña aldea carpetana, que pudo sobrevivir durante la dominación romana y que quizás desapareció con las invasiones bárbaras del siglo V. A finales del siglo XVIII se sembraban aquí 345 fanegas de cereal de secano. Hoy día está ocupado por olivares y fincas ganaderas. Toda esta zona de olivares inmediata a la Dehesa Nueva se denomina El Horno, por la existencia en la zona de un horno para la elaboración de cal, obtenido de pequeños canchales de piedras calizas, que había en la zona, sobre todo en el Cerro del Albillo o Cerro de San José.

 DEHESA DE ACEITUNO.-  Es lo mismo que olivo , aceituno seria el árbol de las aceitunas. Es una finca pero se conoce desde la edad media como alquería: la alquería que es pueblo o caserío , es un grupo de viviendas habitadas por varias familias de familias , que se dedican a la explotación de las tierras circundantes mediante la ganadería, la agricultura y en menor medida la caza.

Esta alquería hoy finca se menciona por primera vez de documentos en el año 1127 , estando habitada por mozárabes , que eran antiguos cristianos que había convivido con lo musulmanes en la zona desde el año 711 hasta la conquista de Toledo . Muy posiblemente su origen puede ser de estos siglos.

Durante la Edad Media y buena parte de la edad moderna fue propiedad de las monjas Bernardas del convento de San Clemente de Toledo .

De unas 1.305 fs., parte de la cual había sido adquirida por la esta Comunidad  monástica en el año 1221 y 33.

Fue desamortizada , o vendida en base a la  la ley de desamortización de Espartero de  1841 .   En 1846 figuran  como  compradores :

  Mateo Murga, que adquiere el primer quinto de la dehesa de Aceituno compuesta de once pedazos de tierra  que . contiene 602 fs. de distintas clases, titulado  Quinto Viejo de Aceituno por 862.000 reales.

 Don Mateo Murga, era un importante financiero, pues se le anuncia entre los suscriptores iniciales de acciones de ferrocarriles, iniciada su construcción por aquellos años por consorcios hispano-ingleses. Le representaban en Toledo la razón social «Hornilla y Muro»

 Don Rafael del Moral vecino de Toledo compra el segundo quinto que estaba formado por 9 pedazos que contienen 589 fs. de diferentes clases y le llamaban Quinto nuevo de Aceituno, por 700.000 reales.

A finales del siglo  XIX la compró Don Carlos Morenés y Tord , Conde de Asalto el restaurador del castillo y en ella trabajaron muchos vecinos de Guadamur . A finales del siglo pasado era arrendada para su uso agrícola y cinegético por gentes de Guadamur.

 Buena parte de la finca pertenece a la Diputación  provincial, tras su compra a un descendiente de los Morenés. En el año 2011 la diputación construyó el vertedero y planta de tratamiento de residuos urbanos de toda  la provincia , con una duración aproximada de funcionamiento de 20años . En  2019 Ecologistas en acción denunciaron que el viento contaminaba de bolsas las fincas las fincas de los alrededores. Aunque se recogieron, según ecologista el daño ya estaba hecho.

   Otra parte de la finca fue adquirida por un empresarios que se construyó una vivienda   que la está explotando agrícolamente con nuevas plantaciones de olivos y pistachos y cinegéticamente con suelta y cacerías de perdices.

 

DEHESA NUEVA . Este terreno adehesado al norte de Guadamur  en la edad Media era una sola dehesa , que fue adquirida por Don Pedro Lopez de Ayala el Viejo, padre del constructor del castillo hacia 1432   Siendo alcalde mayor de Toledo, empezó a comprar tierras en el término para aportarlas a las dote de su hija Leonor que se iba a casar Diego López de Avalos, llamado el de Guadamur , hijo del Condestable Rui López Dávalos, para aportarlas y adjuntarlas ,en el matrimonio a las tierras que tenía ya Don Diego.

Al final estas fincas y otras tierras que seguían comprando en el término  de Guadamur, en Huecas , Fuensalida , Villamiel  y Rielves  y en la zona de la gran finca de Portusa  formarían la base territorial o mayorazgo  del Condado de Fuensalida concedido a D. Pedro Lopez de Ayala y Castañeda el “El Mozo” hermano de Doña Leonor y constructor del castillo de Guadamur en 1470.

En la Edad Media estas dos fincas llegaban casi a los extramuros de Guadamur, pero a partir del siglo XVI se inicia un proceso de ampliación de los terrenos agrícolas que,  desde los prados inmediatos a Guadamur fue comiendo terreno a las dehesas. Fueron fundamentalmente viñedos lo que se plantaron en estas tierras,  próximas a la población. Este proceso de roturación al sur de las dehesas se mantuvo desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX. Los olivares que vemos hoy día, es sus principios fueron todos viñas. Ya que el vino fue el principal producto agrícola de Guadamur hasta finales del siglo XIX, que fue desplazado por el aceite.

LAS DOS DEHESAS.Dehesa Nueva y Vieja 

Esta gran extensión de terreno entre la población y la gran dehesa de Portusa, era el lugar preferente de caza de los condes de Fuensalida. Muy posiblemente el Príncipe D. Felipe el Hermoso, cazase en ella en el verano de 1502 cuando estuvo en el castillo unos días.  Tuvo que ser muy buena esa cacería, que le propicio el IV Conde de Fuensalida, que, cuando Felipe  se proclamó rey de España , uno de los primeros nombramientos que hizo,fue nombrar al conde su Montero Mayor.

     En  Guadamur, durante la historia se tuvo que pasar poca hambre en los siglos pasados , ya que esa abundancia de caza mayor y menor en su dehesa era aprovechada por los vecinos en todo momento, o bien para alimentarse con ella o comerciar para conseguir otras viandas . Tan frecuentes eran los cazadores furtivos en la Dehesa del II Conde de Fuensalida que  buscó una solución casi definitiva para que no la esquilmasen. Dividió la Dehesa en dos Dehesa Vieja y Dehesa Nueva, dejando la Dehesa Vieja al ayuntamiento quedando entonces como dehesa concejil con una extensión de 700 fanegas a y quedándose él   la Dehesa Nueva para sus cacerías. Además de ello, para conseguir que los vecinos de Guadamur respetasen su finca, dio un paso más en beneficio propio y de sus vasallos. Pues las otras fincas agrícolas del término, que eran la mayoría del conde las cedió a los agricultores bajo un pequeño censo enfitéutico anual.

    En 1843, el duque de de Osuna y  Frías, también Conde de Fuensalida, cedió las tierras a los campesinos de Guadamur  que las  venían cultivando desde la edad media , pero una posterior reclamación de esta medida  de los sucesores del Duque se inició un proceso, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX , con una sentencia salomónica, quedando Las Viñas de Arriba , la Dehesa Nueva y la Casa Pinto para los Duques de Frias y el resto de las tierras para los agricultores de Guadamur y su ayuntamiento.

En los años setenta la Duquesa de Osuna descendiente de los Duques de Frías se desprende de sus posesiones de Guadamur vendiéndolas  a vecinos de Guadamur :

 Las Viñas de Arriba a Eugenio Lorente, la Casa Pinto a Cándido Sánchez y la Dehesa Nueva la compró el entonces alcalde de Guadamur Antonio Fernandez Moreno. Que a su vez la divide en dos, quedándose con la parte de labrantío y vendiendo la parte de monte a un arquitecto de Madrid.

 

DEHESA DE PORTUSA .- Denominada así por estar al lado de un vado o puerto del rio , portusa significa puertecillo y es un diminutivo latino castellanizado.

   Este paso o vado del rio era muy utilizado ya en época romana y se siguió haciendo con carácter militar y ganadero hasta el siglo pasado.

Atravesaban por  el las  partidas de carlistas que venían de Castilla a buscar refugio en los Montes de Toledo, sufriendo sus consecuencias los vecinos pueblos de Guadamur y Polán. Pues estas partidas roban en los pueblos o reclamaban impuestos o rescates. Eran tan frecuentes los robos de los bueyes de carretería y de labranza que pastaban en la finca, que los ganaderos y labradores de Guadamur en 1838, decidieron asociarse ante la calamidad; acordando ampara a prorrateo a aquel que se viese privado de su ganado por los hurtos de las facciones carlistas

A mediados del siglo XVIII el  cura de Guadamur Don Juan Jose de Funes  Guadamur dice en una relación:

 Al poniente de la villa a una legua esta la famosa labranza, Casa y Dehesa de Portusa, todo acomodado para pan, ganados de todas clases , por la  inmediación del rio al que se pasa por Barca , que toma el nombre y se llama Barca de Portusa.

Era entonces propiedad de la Marques de Estepa ,Doña Maria Luisa Centurión y Velasco sobrina del ultimo Conde de Fuensalida D. Manuel Lopez de Ayala , del cual hereda la finca y el título.

La barca de Portusa era un privilegio que concedía el rey  y de ellas  sus concesionarios  del peaje que se pagaba por pasar el rio  obtenían buenas rentas . Desde Toledo capital,  hasta la dehesa de Ventosilla en el rio . Solamente estaban: la Barca de Pasaje en la ciudad. La Peraleda, Estiviel, Portusa , Ventosilla , Zuarraz y Castrejón.

Estas barca las llamaban de percha , pues estaban aseguradas a una maroma para que la corriente no se las llevara . Solían tener un fondo plano, que utilizaban para planear el rio  con esta maroma o cable denominado andarivel, que  estaba sujeto a  ambos lado del rio a dos machones de fabrica . La propia maroma o cable servía para desplazar la barca.

La vega de Portusa fue muy utilizada el siglo pasado para la plantación de melones , siendo sus hortelanos vecinos de Villaconejos y también se plantó tabaco, quedando aun los secaderos en la finca.

 LOS CIGARRALES.-  De regreso de Portusa una vez ascendida la Cuesta Bermeja,  por el camino de Portusa a Guadamur, nos encontramos a nuestra izquierda la Dehesa Nueva y a la derecha olivares, que eran denominados cigarrales. Surgen comiendo terreno a la Dehesa Vieja que era municipal y lo  hacen en forma de cigarral. Esta explotación agrícola de mediana extensión, solía estar vallada y en ella se plantaban viñas , olivos ,. almendros y frutales. Algunos de ellos tenían  una vivienda en la  que vivía el propietario o el guarda de la finca,  en época de recolección , para vigilar los frutos. El frutal que se plantaba era el albaricoque . alguno  de estos cigarrales llegó a tener mas de mil albaricoqueros. Los muchachos de Guadamur, aprovechaban la siesta de los guardas , para saltarse y coger alguno. Hoy día , viñas y frutales han desaparecido quedando solo el olivar. Los cigarrales más famosos eran  el Cigarral de Molero, el Cigarral de la Monjas y el Cigarral de la Señorita o de las Colmenas, llamado así pues a mediados del siglo pasado las tuvo.  

 

ARRABALES DE GUADAMUR .- Prado de Abajo y Lavaeras

   Entramos a Guadamur por el lugar denominado los Prados de Abajo, prados municipales en los que pastaban los ganados del común . Un poco más arriba a ambos lado del arroyo se encuentran las Lavaeras , que posiblemente toma el nombre por utilizarse esta zona como lavadero de ropas. También en ambas márgenes se fabricaban adobes , aprovechando el propicio légamo de sus orillas originado por las frecuentes inundaciones del este cauce

El Barrio del Caño, se denomina así por la existencia de una fuente municipal con un caño o tubería por donde manaba el agua, a mediados del siglo XVIII. El cura de entonces informaba que la cañería estaba dañada y un siglo después conocemos una restauración.Ya a a mediados del siglo XIX se tuvo que reparar , pues estaba a punto de perderse , en ese siglo o a comienzos del XX , ya se excavo un pozo , y existía un pilar a abrevadero. En el posp  pozo el Tio Quintin Morales, durante la Guerra civil del 36 encontró escondido , una copia del cuadro de la Virgen de La Natividad , que se cree que era de la familia de D. Felipe Clemente De diego.