Banquete en el Bar de Clemente Patiño, decorado con escenas taurinas por Miguel Gómez Díaz |
Miguel, de muy niño, entró de
aprendiz en el Alfar del Carmen en Talavera en 1919 , fue alumno de la
escuela de dibujo de Francisco Arroyo y quizás por esto paso a trabajar en el
alfar de Juan Ruiz de Luna. Tras la guerra civil se traslada a Puente del
Arzobispo , junto con Francisco Arroyo a trabajar en el alfar de Pedro de la
Cal y son de esta época las piezas cerámicas más conocidas.
Según cuenta Adolfo de Mingo , es muy posible que tanto Arroyo como Miguel
Gómez asesoraran a al Maestro Jacinto Guerrero y a los libretistas Federico
Romero y Guillermo Fernández Shaw en la ambientación de la zarzuela Loza Lozana,
inspirada en el ambiente ceramista de Puente del Arzobispo .
Desde su primera época a Miguel se le ve muy interesado en la temática taurina y costumbrista de los ambientes románticos del siglo XIX.
En la década de los
años cuarenta empieza a pintar al oleo con esta temática costumbrista y taurina
, cuadros que vende en el Rastro madrileño , empieza entonces también su
colaboración con la Revista taurina El Ruedo, entre otras . Trasladado a Madrid
a finales de esa época realiza varias y exitosas exposiciones en la capital y en otras ciudades de España.
A principios de los cincuenta
decide trasladarse a Toledo, por el auge del turismo, un turismo creciente en
esa época y de alto poder adquisitivo, que seria el destinatario de venta de sus obras. Frecuentó al anticuario Balaguer y también lo
frecuentaba por entonces el Marques de Campó D. Hernando Morenés y Arteaga, enfrascado en
la restauración de nuestro castillo. Visitaba a Balaguer el marqués en busca de
muebles antiguos para reamueblar el castillo, ya que en la guerra civil del 36 había
perdido buena parte de su espléndido mobiliario y obras de arte a consecuencia
de servir de cuartel a las milicias de la República. A través de este anticuario el
marques , posiblemente, conoció a Miguel Gómez al que contrató para la
restauración de las múltiples pinturas y frescos que tenía el castillo.
Por este motivo se trasladó a vivir a Guadamur con su hijo,
alojándose en la posada, como hemos dicho y haciendo bastantes amigos en la
localidad.
Nos dejó en la villa,
además de su trabajo en la restauración del castillo, dos obras , las dos de
ambiente taurino que era lo que más le gustaba. En el bar de Clemente Patiño
que tuvo en la calle Felipe del Cojo Morales , pintó un fresco de tauromaquia,
para la decoración del salón restaurante.
Hoy por desgracia desaparecido al reconvertirse el bar en una casa particular. En Toledo en el Hotel Carlos V , todavía se puede contemplar un fresco de su mano pero con la temática de una vista del Toledo antiguo.
Hoy por desgracia desaparecido al reconvertirse el bar en una casa particular. En Toledo en el Hotel Carlos V , todavía se puede contemplar un fresco de su mano pero con la temática de una vista del Toledo antiguo.
Barra del Bar de Clemente Patiño |
Pinturas con tema taurino que decoraban el bar de Clemente Patiño, en la Calle Felipe del Cojo |
Sabemos que ,
regaló a unos de sus amigos en Guadamur al panadero Santiago Manrique Sánchez un
pequeño óleo de tema taurino, que creemos que conserve alguno de sus
descendientes.
También , por encargo de Don Isidoro Rodrigañez, restauró y decoro una escultura de la Virgen María , que este señor coloco en una hornacina en el jardín de su finca de Aguanel.
En
1959, tras un accidente estando restaurando el escudo de la Posada de la
Hermandad en Toledo, quedó un poco impedido y se trasladó a Puente del
Arzobispo a retomar su antiguo oficio en el Alfar del Rio. Murio en Talavera en
1966 a la edad de cincuenta y siete años.
Cartel de la zarzuela de Jacinto Guerrero inspirada , dicha zarzuela,en el alfar puenteño en donde trabajó Miguel Gómez. |
El Estudio del Greco, una de sus principales obras al óleo , de su etapa toledana. |
Jarra de puente pintada y personalizada por Miguel , con su nombre y el de su esposa Marcelina de las Heras |
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