Gracias , al interés de muchos de
nuestros paisanos , por conservar y aumentar en patrimonio cultural de nuestra localidad, del que se
nutre este blog , podemos dar a conocer algunos elementos artísticos hasta ahora desconocidos. Ya ha colaborado , en varias entradas de este blog, con aportaciones documentales y
material artístico, nuestro buen amigo Benjamín Melar Martín y nuevamente lo vuelve hacer mostrándonos esta pintura de la Virgen de la Natividad, que
su familia con mucho celo y cuidado ha conservado durante muchos años . La antigüedad de dicha pintura , salta a la
vista, por el deterioro que sufre la
tela de seda en la que se pintó. Difícil , a no ser por gente más experta, nos es determinar si dicha pintura se hizo al temple o al óleo.
El modelo que sirvió a esta pintura creemos que fue el de estuvo a culto hasta el 1936, por algunos datos que nos muestra la propia imagen. Varios tuvieron que ser los pintores que copiaron el cuadro de la ermita , entre ellos tenemos a Don Manuel López de Ayala y del Hierro. Otra pintora, en este caso, fue la maestra de localidad la señorita Cirila Morales. De ella se conocen al menos dos oleos con este tema. Uno se colocó en la capilla ambulante que recorría las casa de los cofrades de la hermandad hasta hace pocos años y otra pintura suya adornó , el techo ( cielo raso) de la nave de la ermita de la Natividad hasta la restauración de 1975-6.
La representación de la imagen que nos ocupa está realizada por manos, no demasiado diestras, pero tampoco desconocedora de la técnica pictórica . La dificultad de la pintura es notable, ya que tanto el soporte, la tela de seda, como las pequeñas dimensiones de esta tela, no facilitan una buena copia. También hay que pensar, que el original del que fue copiado, es a su vez copia de un icono bizantino auténtico, pero fue e realizado sin conocer la hermeneia bizantida, las normas estrictas de la pintura bizantina. Casi tos los pintores de principios de siglo, de esta imagen, están influenciados por el naturalismo, propio de la mentalidad occidental y lo reflejan en sus obras, alejándose entonces del puro estilo bizantino, al que vuelve Manolo Sánchez Sánchez copista del actual icono, más próximo a los cánones bizantinos.
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La imagen se ha adornado con una cenefa que recorre todo el
contorno del cuadro. Esta cenefa en zigzag está bordada en hilo de oro a
cadeneta. Esto nos hace pensar, que existe la posibilidad de que pintura y
cenefa, bordada fuera de una misma persona , en este caso Doña Cirila Morales,
que por su profesión de maestra era diestra
conocedora de este tipo de puntada de bordada. Aunque no se puede descartar que dicha obra esté
hecha por otro pintor y bordadora.
Al pie de la imagen se puede leer SANTA ANA. Y N.S. DE LA NATIVIDAD en la línea inferior PATRONA DE GUADAMUR. Puede ser que esté
escrito con pluma y tinta china.
Esta advocación exacta, haciendo alusión las protagonistas del cuadro: la Virgen Maria y su madre Santa Ana convivió con la advocación actual Nuestra Señora de la Natividad, en los años centrales del siglo pasado. Quizás fue un intento, de impedir equivocación de las personas foranes, que al ver al cuadro, asocian , con lógica sensatez, la figura mayor a Santa María y la menor al Niño Jesús.
Otro dato que nos da el cuadro que estudiamos, es que el icono es un autentico theotokos glicofilusa ¿Qué quieren decir estas palabra? Que tanto la madre como la hija, en nuestro caso, muestran sus sentimientos acercando sus rostros y la hija abraza por el cuello, con los dos brazos a la madre. Este detalle, en otras copias de comienzos del siglo XX los pintores no lo reflejan, pintando a la niña con las manos escondidas. En una de las pocas fotografías que existen del cuadro de antes del 1936, se puede adivinar la presencia de las manos de la Virgen Niña abrazando el cuello de Santa Ana , dato que nos confirma este pequeño cuadro.
En nuevas entradas volveremos sobre este tema , ya que algunos de estos cuadros de Santa Ana y la Virgen, sufrieron verdaderas peripecias.
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