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GEMA SIGILAR DEL TESORO DE GUARRAZAR

sábado, 25 de junio de 2011

HISTORIA DE UN SOLDADO , CECILIO MELAR

Carlos VII, pretendiente al trono de España e inicidor de la Tercera Guerra Carlista.

Esta es la pequeña historia de un quinto de Guadamur, para unos, los menos Cecilio Melar García, para otros, los más Cecilio Melar González. Y digo esto, porque en la hoja de servicio de Cecilio figura éste, como Melar García y creemos que es una equivocación de la Caja de Reclutas de Toledo, ya que en todos los demás documentos que hemos consultado, figura como Melar González. Debo dar las gracias nuevamente a Benjamín Melar Patiño, por haberme proporcionado este interesante documento, que , junto con muchos otros, guarda y custodia primorosamente y son la historia de su familia y parte de la de nuestra villa.
Soldado de infanteria durante la Tercera Guerra Carlista.

Cecilio ya había cumplido los veinte años pues había nacido en 1851, y por eso había entrado en quinta. Alistado en el ayuntamiento, no pudiéndose librar por ni talla ni por otra excusa que alegar, esperaba en segundo domingo de febrero , con la esperanza de que no le tocara la negra .


Quinto significa una parte de cada cinco, en este caso, una persona de cada cinco, pero eso no era cierto desde hace muchos años, ya que , el cupo había aumentado y este año más, por necesidades de la guerra, de los catorce quintos útiles de ese año, el cupo había aumentado a cinco soldados .

Ese domingo, después de la misa mayor, las autoridades, quintos y familiares abarrotaron el pequeño salón de sesiones del ayuntamiento. Por nombre y con voz solemne en secretario nombró a los catorce mozos que ese año entrarían en sorteo. El” Tio Peláo”, antiguo cabo del ejército cristino, asistido por el alguacil, talló uno por uno a cada uno de los mozos, todos dieron la talla, los 150 centímetros exigidos, Cecilio uno de los más altos 165 centímetros. Después en la pequeña habitación del archivo, el medico cirujano examinó a todos, y cada uno de los mozos.

"Olla Maja " de Cuerva.



El sorteo, momentos de nervios , sobre la mesa de presidencia dos ollas de Cuerva , en una en catorce papelitos con los nombres de los quintos, en la otra catorce bolas nueve bolas blancas y cinco bolas negras . ya habían salido cinco bolas tres blancas y dos negras y su nombre no había salido a la sexta extracción su nombre y acto seguido , la bola , negra. Le tocó servir.

Le esperaban meses de trabajo aun, pero también días de diversión. En los ratos libres se reúne con los otros quintos , cantan y beben , piden por las calles para vino y salen a cazar. El ocho de diciembre, llevados por el secretario del pueblo, ingresan en la Caja de Reclutas de Toledo. Cecilio ya era soldado, le entregan el uniforme y le comunican en destino, a Cataluña, en donde se encontraba el Batallón de Cazadores de la Habana Nº 26. Este batallón formado en la isla de Cuba, había venido a la península por necesidades de la guerra . El 24 de diciembre ya se encontraba en Lérida, en cuya provincia el batallón estaba destinado, persiguiendo a las partidas carlista. La tercera guerra carlista empezada por el pretendiente al trono Don Carlos VII , tenía sus importantes frentes en el País Vasco y en Cataluña. En Lérida parte del ejercito carlista estaba mandado por el general Francisco Tristany, al cual, perseguía el batallón de Cecilio, pero este general, gran conocedor del terreno, siempre conseguía esquivar el choque .

---Que nos vamos a Barcelona --- se corría el rumor. Y era cierto el 3 de febrero de 1873 emprendieron camino para Barcelona a donde llegaron el 8 quedando de guarnición en la ciudad.


La situación política era difícil y Amadeo de Saboya presenta su renuncia al trono y las Cortes proclaman la primera república, el 21 Barcelona se suma a la proclamación y el Batallón de Cazadores de La Habana Nº. 26 también se adhiere a la república. Cecilio y los compañeros, ----- lo que digan los jefes ------
Amadeo de Saboya, rey de España de 1871-73, con el nombre de Amadeo I

La vida en el cuartel de Barcelona, muy tranquila, la instrucción , por la tarde paseo por las Ramblas y poco más . Pero lo bueno dura poco, el 25 de marzo parten nuevamente para Lérida, la partida de Tristany se había hecho fuerte, saboteaban los trenes y el telégrafo y había que impedirlo. En dos ocasiones se enfrenta a ellos, pero los carlista huyen. En el tercer encuentro en la Mare de Deu del Hort, los carlistas tienen que abandonar a 695 prisioneros que son rescatados por el batallón de Cecílio.


En vista de los complicado del país vasco , en donde el pretendiente Don Carlos dirigía las operaciones desde Estella, el batallon de cazadores es destinado allí y entra a formar parte del Ejercito de Operaciones del Norte. Poco duraría la república ya que el general Pavía, apoyado por el Ejercito del Norte, entra en el Congreso disuelve las cortes y pone fin a la primera república.
Cecilio sabía que en el bando carlista había, concretamente en el país vasco, un voluntario, un paisano de Guadamur, lo que no sabía, aunque se enteró más tarde, es que, Lorenzo se había ido de baja a Guadamur, como contó posteriormente en sus memorias  Ramona López de Ayala y del Hierro hermana del Conde de Cedillo :


…..” Llegó del Norte un muchacho de Toledo que se llamaba Lorenzo Navas, que estaba en el ejército de Don Carlos, y se marchó a su casa a convalecer de una herida que le habían hecho: una bala le dio en el hueso detrás de la oreja y cómo tendría los huesos aquel hombre que la bala se aplastó como si hubiese dado contra una piedra, la llevaba para conservarla y nos la enseñó; a pesar de eso la conmoción fue muy fuerte y milagrosamente escapó con vida. Llevaba unos números del Cuartel Real, periódico que se publica en las filas carlistas, me dio uno y le conservo en recuerdo de aquellos tiempos.”




Lorenzo Navas Ordoñez, años después como alcalde de Toledo.

En Tolosa Cecilio y sus compañeros siguen operando contra los carlistas y tanto ellos como los carlistas siguen reorganizándose por esos días. El nuevo presidente el General Serrano , ve fundamental el levantar el cerco a Bilbao que tienen puesto los carlistas y para ello concentra allí todo su empeño.




Las fuertes trincheras que habían hecho, los partidarios de Don Carlos, en el Alto de las Muñecas en la línea de Somorrostro, habían sido atacadas dos veces por el ejercito y no habían conseguido desalojarlos.

A la tercera, iría la vencida, el Batallón de Cecilio es llamado a reforzar a los compañeros que intentan tomar el Alto de la Muñecas , el 8 de abril, toman un tren express hacia Cantabria, desde aquella provincia, marcharon a Santander capital y en Santander embarcaron para Laredo, en donde entraron a formar el Tercer Cuerpo de Ejercito de Operaciones del Norte, por fin el 28 de abril se tomó, con muchas dificultades el Alto de las Muñecas, lo que supuso la liberación del cerco que los carlistas habían puesto a Bilbao. Mucha suerte y valentía tuvo Cecilio en aquella batalla, una de las sangrientas de la guerra. En los cuatro años de servicio no sufrió ni un rasguño.

Siguieron las operaciones persiguiendo a los carlistas, en el valle de Oyarzum, capturaron a estos, varios miles de bombas, cañones y otros pertrechos de guerra. Pero todo no serían victorias, les esperaba Estella . El general de la Concha, mandamás del Ejercito de Operaciones del Norte, crecido por la victoria de Somorrostro, cree que es el momento de dar el golpe fuerte atacando Estella, uno de los principales bastiones carlistas, allí se encamina el batallón de Cecilio para desalojar a estos. Cecilio conocía el miedo, pero no pasó tanto como ese día en Aberzúa, le silbaban las balas y vio caer a muchos de sus compañeros, la retirada hasta Olite no fue muy ordenada , en el recuento en Olite, faltaban cerca de 1500 compañeros del Ejercito del Norte, la mayoría de ellos muertos.
Plana Mayor del ejercito carlista con Carlos VII, a la cabeza , entre ellos el general Tristany.
Termina este año de 1874 también por el país vasco, los días 11 y 12 de noviembre  su batallón ataca a los carlistas que estaban asediando Irún. Al finalizar el año una nueva orden le vendría a favorecer, según esta, con dos años de servicio, podía pedir el traslado a otra arma, lo que le supondría prácticamente el ascenso. Aunque toda  la guerra la pasaría de soldado. Este ascenso no fue otro que, subirse a los lomos de un caballo, ya que se le concede formar parte del Regimiento de Caballería Numáncia nº 11 con guarnición en Burgos, ahora con el caballo se evitaría las largas caminatas y las temidas cargas. Meses de tranquilidad de guarnición en Burgos , hasta finales de mayo, en que se le concede el pase a otro regimiento. Para estar más cerca de la familia, Cecilio pide el pase a un nuevo regimiento, que se estaba formando entonces y que tenía su sede repartida entre Madrid, Navalcarnero y Ocaña, se trataba del Regimiento de Cazadores de Villarobledo nº 23. Con este regimiento a las órdenes del General del Castillo  interviene nuevamente  en la guerra en la zona de Lérida y Aragón  y a finales de diciembre estaba operando en Navarrra. A finales de 1875, una nueva orden , le concede la Medalla de Benemérito de la Patria y con ello la rebaja de un año de servicio, seis meses en activo   y seis  la reserva




Uniforme de caballería que debió lucir Cecilio Melar.

Hasta marzo lo pasa de guarnición en Vitoria y a finales de Mayo causa baja en el Regimiento de Villarrobledo viniéndose a Toledo, pasando a formar parte de la Comisión de Reserva de Caballería de la capital. En total había pasado en activo en el ejército cuatro años seis meses y veintitrés días  sin sufrir ningún rasguño y por tanto ninguna hospitalización. Se vino orgulloso con sus dos medallas conseguidas, que enseñaba por el pueblo. Una de ellas la de Benemérito de la Patria, por sus servicios prestados en la defensa de la legalidad de la monarquía y de la república y otra la Medalla Conmemorativa de la entrada de Bilbao, que le recordaba los múltiples esfuerzos y bajas que supuso la toma del  Alto de las Muñecas.
Medalla conmemorativa de la liberación de Bilbao.
Medalla Benemérita de la Patria, concedida a Cecilio Melar por los meritos de guerra, que le supuso una reducción de 12 meses del servicio militar.

Volvía a su pueblo a ver a su padre Andrés y su madre Cándida y a sus hermanos Leocadia y Telesforo, pero sobretodo, a buscar a la novia Casta López de la Cruz, con la cual se casaría en breve .


De Cecilio descienden una de las dos ramas del apellido Melar que descienden de un tronco común, que es su padre Andrés . En la rama de su hermana Leocadia el apellido se perdió .

De los tres vástagos de Cecilio , todos ellos varones: Sandalio, Francisco y Leoncio, descienden a su vez, una parte muy considerable de los Melar de Guadamur, que es como decir de los Melar de España.

domingo, 12 de junio de 2011

LOS QUINTOS DE ANTAÑO.-

Quintos nuevos de 1961 amigos y niños.Ellos eran nueve, todos tienen algo en la mano.De izquierda a derecha:
Severiano Lorente Gutierrez con bandurria,abajo con la pandereta de sombrero Clemente Barrios Aparicio, más abajo sentado Eugenio Alonso Arevalo. a su lado el botero Pepe Melar Patiño "Pepe el de Gumersinda", detrás de Pepe con gorra, otro quinto Ildefoso Manrique Moreno, tocando la caracola Luis Aragón Gimenez, a su lado Cándido Sánchez Alonso con el violín en la mano, abajo Antonio Cuartero Espinosa "Campera", le sigue con pandereta Marcelino Sánchez Román, que ha venido desde Alcorcón donde vive y a la izquierda Ángel Ballesteros Hernandez bebiendo de una botella.
Los quintos con el secretario del ayuntamiento de entonces, Don León Gonzalez Ayuso, que actuaba de autoridad civil responsable en el alistamiento, talla y entrega de los quintos en la Caja de Reclutas de Toledo.  

Las quintas , viene a sustituir  a asociaciones de mozos , que existían en los siglos anteriores hundiendo sus raíces en la prehistoria.  Este acto ritual  de levantar el árbol, no es otra cosa que un rito de paso, en el cual los mozos dejan de ser jovencitos y pasan a ser considerados adultos por la comunidad. Si en África, en algunas tribus cazaban un león en este rito de paso. En nuestra comunidad demostraban los jóvenes su hombría levantando un árbol , el más grande posible en la plaza. Lo traían , a manos en un primeros momento y posteriormente en carro tirado por los propios mozos, sin mulas. Tenemos que decir, que este primitivo significado se perdió y se hacía por mera costumbre o tradición. Sin embrago efectivamente en muchos casos, el jovencito ya era considerado hombre, pues en ese momento, ya podía fumar delante del padre. De hecho a los quintos, las novias los regalaban puros, que ostentosamente y sin vergüenza mostraban eb la oreja, bolsillo de la chaqueta o la cinta del sombrero.




También era costumbre , si el ramo o árbol que levantaban en la plaza no era grande levantaran varios,
                como vemos en la fotografía, uno a la izquierda, otro al fondo en la puerta falsa de la casa de  Pedro
Escribano y Amparto del Cojo y otro a la derecha como se ve.
  



El coger las llaves, otro acto ritual y simbólico. Con las llaves en su poder durante un año,los quintos nuevos eran los que mandaban en el pueblo. Por ejemplo, eran los que podían cobrar la ronda, especie de tributo que tenían que pagar los forasteros que se echaban novia en el pueblo, si no, al pilón. El que se negaba a pagarla era arrojado al pilar o pilón lleno de agua que había en todas las localidades para que abrevasen los animales.


Los quintos nuevos , salian cantado por las calles pidiendo dinero para comida y bebida , acompañados con panderetas e instrumentos musicales. Las coplas que cantaban en las jotas eran alusivas a la vida del pueblo .

Guadamur no es Guadamur

Que es un segundo Toledo

Con la fabrica de harinas

y el matadero .

Copla alusivas a la pujanza de la localidad, que en los primeros años del siglo XX contaban con una fabrica de harinas , mantenida con electricidad y un matadero municipal , con modernas instalaciones, en donde se mataba todo el ganado de abasto.




Oficial de la  Guardia Civil, limpiándose la botas en la Plaza de
Zocodover en el año 1962.


Figura fundamental entre los quintos, era el botero, persona contratada por estos para que portase la bota de vino y les abasteciese de este caldo a los quintos, que armados de pandereta no dejaban de cantar.


En cuanto a la quinta que celebra su cincuentenario, hemos de decir, que la mayoría de ellos efectuó el servicio militar de forma voluntaria, que, aunque era unos meses mas largo, lo podían hacer , cerca de la localidad, en la Academia de Infantería de Toledo o en la Escuela Central de Educación Física del Ejército, también en Toledo.