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GEMA SIGILAR DEL TESORO DE GUARRAZAR

jueves, 8 de diciembre de 2022

LA MENINA ISABEL, REGRESA A GUADAMUR


    La menina del escultor Felipao  colocada en la plaza de Recesvinto de Guadamur el 6 de diciembe de 2022, tiene una relación histórica muy directa con nuestra localidad, que posiblemente poca gente sabe.  
El autor Felipao y su menina de Guadamur



EL AUTOR.- Felipao es el nombre artístico de Felipe Garcia-Bañon Sanz-Briz, un escultor hijo y nieto de diplomáticos españoles, que ha vivido en medio mundo, Emiratos Árabes, Francia, Kenia, Nicaragua, Pakistán, esta vida cosmopolita y la exposición a diferentes culturas le han permitido tener una visión poliédrica del mundo.  

Su abuelo, Felipe Sanz-Briz, llamado el Ángel de Budapest, durante las Segunda Guerra Mundial salvó la vida a unos cinco mil judíos húngaros, concediéndoles pasaporte español y así librarlos del holocausto 

 Felipao se  establece en Madrid en 1983. Licenciado en ciencias económicas y empresariales por ICADE, su  vida laboral transcurre  en diversas multinacionales como Bristol-Myers Squibb, Telecinco, Repsol, etc. 

En el año 2009 decide dar un gran cambio a su vida, su necesidad de comunicar sus experiencias, su visión y lo que había sido su pasión hasta entonces, le lleva a abandonar el mundo de la multinacional y dedicarse por completo al arte. A lo largo de estos años ha expuesto en Alemania, Estados Unidos, Hong –Kong, Méjico, Reino Unido, entre otros países, 










 

Aunque su escultura de menina, encargada a tan famoso artista por el ayuntamiento, se podía haber colocado como simple adorno, pues estas figuras que recrean este personaje del cuadro de Velázquez es uno de los motivos pictóricos más reproducidos por la escultura moderna, su colocación va más allá de lo artístico y decorativo.  


Las meninas solían se niñas que de origen noble que ingresaban en la corte al servicio de la reina o de las infantas.  



Las Meninas es uno de los cuadros más famosos de Velázquez en el que se representa como tema principal a la Infanta Mariana de Austria hija de Felipe IV acompañada personajes de la corte, entre ellas dos meninas, que son las que han dado el nombre popular al cuadro. Una de ellas Isabel Velasco retratada por Velázquez delante de la infanta haciéndole una leve reverencia. 

Este personaje de la corte es la que tiene relación directa con Guadamur  pues era hija de Don Bernardino López de Ayala y Velasco, VII conde de Fuensalida y como tal, señor de Guadamur y de su castillo, gentil hombre de la cámara de su majestad y de su primera esposa Isabel de Velasco de Benavides. Muy posiblemente, aunque temporalmente, sería una de las últimas moradoras del castillo que a finales de ese siglo se cerró y abandonó. 


ISABEL VELASCO  hija del VII Conde de Fuensalida y Señor de Guadamur.



Isabel Velázquez, al igual que su madre. que había sido dama de la reina Isabel de Borbón, entró al servicio del Palacio Real como menina de la reina Mariana de Austria, el 26 de diciembre de 1649. 

Cuando se la retrata fue en el año 1656 y poco tiempo después llega a ser dama de la reina, pero murió muy joven el 21 de octubre de 1659, casi recién casada con el Duque de Arcos del que no llegó a tener descendencia. El mismo día de su muerte, otorgó poder para que su padre testara en su nombre. Isabel pidió ser enterrada donde lo estaba su madre, en el convento de descalzos de Fuensalida.  

De esta forma en escultura de microcemento y partículas de cobre regresa después de cuatro siglos a Guadamur Doña Isabel Velasco.


Pedro Antonio Alonso Revenga

sábado, 17 de septiembre de 2022

EL RELOJ DEL AYUNTAMIENTO DE GUADAMUR

 


    Ubicado actualmente en una pequeña torrecilla con silueta de espadaña, en la fachada principal de las casas consistoriales, quizás se su forma es  recuerdo de cuando disponía el edificio de una única espadaña,  en en la que se alojaba la campana del concejo.  La maquinaria del reloj que hoy alberga esta construcción , fue comprado en enero del 1892 en la Relojería Canseco de Madrid . Los  relojes  de Canseco, en aquella época,  alcanzaron fama y sus relojerías situadas en la calle Mayor números 55, 57, 59, Plaza del Ángel 10 o Mesón de Paredes 21 de la Capital de España, fueron de gran reputación.  Don Antonio Canseco y Escudero, estaba en posesión del "Privilegio de Invención en España y Francia", que es una especie de patente que le permitía montar el tipo de reloj que el mismo diseñó.  Canseco nunca fue constructor de relojes, importaba las máquinas de Morbier, en Francia, y las adaptaba a las características del lugar donde iban a ser instalados.

            A tal altura llegó el prestigio del relojero leonés, que cuando los Capuchinos quisieron colocar un reloj en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalen, Canseco tuvo que trasladarse hasta allí para instalárselo.

  



 

          Relojes procedentes del taller de Canseco han alcanzado fama como el emplazado en la Catedral de Madrid, El del Palacio de Oriente, el del Escorial y el del Hospital Gómez Ulla. Este último reloj fue construido en 1886 y felizmente restaurado en 1990, por el Doctor Pedro Portellano, tras llevar mas de veinte años sin funcionar y que hoy dia se exhibe en el vestíbulo del hospital -

           En enero de 1892 el ayuntamiento de Guadamur adquirió uno de estos relojes Canseco, llamados de torre, pues se instalaban en ellas, pero el de esta villa se emplazó primeramente en una espadaña preexistente. La finalidad original de esta construcción, fue la de albergar una campana muy antigua, posiblemente del siglo XVI, con la cual se avisaba al vecindario y a sus representantes, concejales y regidores para  que acudieran al ayuntamiento pues iban a empezar las reuniones del concejo en la casa del consistorio. Precisamente creemos, que dicha campana, una vez instalado el reloj, sirvió para dar las campanadas horarias. Todas las actas antiguas de los plenos del ayuntamiento , comenzaba así:

           Reunidos a campana tañida los señores que al margen se citan…….

No es descartable que hubiera un reloj anterior a este de los denominados de sistema Roskopf" . 

   Cuando se reforma el actual ayuntamiento en 1962, la espadaña se derriba y se alberga el reloj en la actual torrecilla. La maquinaria del reloj sigue ubicada, hoy día en el mismo sitio, pero ante los problemas mecánicos de tan antigua maquinaria, ha sido sustituido por un reloj electrónico. Que es el encargado de dar las campanadas horarias actuales


Lista  de pueblos de la provincia de Toledo,  que compraron relojes a CANSECO hasta 1892 y lo que costaron en pesetas

 1885/  /          Arcicollar 1.950.-

1885 /03/08 El Toboso 3.788.-

1885/05/05 Las Herencias 2.917.-

1886/ 08/ 24 Valmojado 3.498.-

1886/ 11/ 15 Miguel Esteban 2.500.-

1887/ 06/ 29 Gamonal 3.000.-

1887/ 07 /21 Sevilleja 2.500.-

1887/ 09 /10 Polán 3.833.-

1887 /11 /06 Cobeja 2.073.-

1888 /03 /13 San Pablo de los Montes 1.370.-

1888 /05 /13 Alcaudete de la Jara 3.747.-

1888 /11 /27 Ventas de Retamosa 2.166.-

1888 /12 /07 Orgaz 3.138.-

1889 /01 /17 Parrillas 2.500.-

1889 /03 /16      Navalucillos 2.932.-

1889 /04 /14 Cobisa 2.500.-

1891 /06 /25 Noblejas 1.195.-

1891 /06 26 Borox 4.076.-

1891 /07 /31 Oropesa 5.460.-

1891 /11 /09 Domingo P rez1.377.-

1891 /11 /13 Bargas 3.000.-

1891 /12 /05 Lominchar 3.978.-

1891 /12 /19 Escalona 2.900.-

1892 /01 /-- Guadamur 1.245.-

1892/ 07/ 31 Camarena 3.938.-

1892 /07/ 10 Villarrubia de Santiago 2.700.-

1884 /09/ 04 Recas 2.500.-

Fuente.-  www.vegasdelcondado.com  

lunes, 27 de junio de 2022

EL EMPERADOR CARLOS V EN EL CASTILLO DE GUADAMUR

 

Rescatamos la carta, procedente del Archivo de la Nobleza en Toledo,  de un vecino de Guadamur  Juan Figueroa Pérez que mandó  a los Condes de Asalto en 1892, cuando estos, después de haber comprado el Castillo de Guadamur, estaban procediendo a su restauración completa, para que les sirviera de vivienda de recreo.      

La carta dice así:

La historia es maestra de la verdad y los accionados a su estudio no pueden variar nada, sin incurrir en uno de los mayores crímenes y ser dignos del anatema, ludibrio y  vilipendio de la sociedad en que viven. Pero cuando la conciencia del que refiere está tranquila  por tener la íntima persuasión  de ser cierto lo que dice , entonces no teme nada y se dispone a entregar la cabeza  antes que faltar en un ápice a  aquellos que relata. Por cuya razón no tengo ningún inconveniente en afirmar  que Carlos I en España y V Emperador en Alemania visitó el Castillo de Guadamur en 1539 para dar una prueba de agradecimiento a la Ilustre Casa de los Ayalas por el recibimiento  que hicieron a su padre Felipe el Hermoso cuando estuvo en el mencionado castillo, por su conducta seguida en la guerra de las Comunidades de Castilla y por último por su leal comportamiento en todas las cuestiones que agitaron en aquella época a la Monarquía Española.

Y para que conste lo que quieran los Señores  Condes del Asalto y faltando el documento original; pero habiéndole interpretado fielmente y resumiendo todas  las circunstancia  para tener como auténtico todo lo referido  en él; firmo la presente declaración en

     Guadamur 10 de Abril de 1892.

Juan Antonio Figueroa Pérez

 

Doña Fernanda García-Alessón y Pardo de Rivadeneira  y su marido Carlos Morenés y Tord , condes de Asalto, muy aficionados a la historia , restauraron el castillo siguiendo las normas estilísticas con las que  se había construido durante los siglo XV y XVI y estaban recopilando toda la información histórica sobre el edificio. Por esto el vecino de Guadamur Juan Figueroa Pérez, se atreve a mandarles dicha carta, afirmando como se lee en ella, que el emperador estuvo de visita en el castillo en el año 1539.

Conocemos a un Juan Antonio Figueroa  Pérez  que en 1883 había obtenido, el título de bachiller,  puede ser nuestro personaje  y a otros dos Juan Figueroa: uno que es  maestro por esos años y otro que firma como secretario del Ayuntamiento.  Puede ser el mismo o quizás  hubiera en esos años en Guadamur dos o tres Juan Figueroa y todos ellos con estudios superiores.

En el preámbulo de la carta advierte que como aficionado a la historia, respeta la verdad histórica y se compromete simbólicamente a :

entregar la cabeza  antes que faltar en un ápice a  aquellos (hechos)que relata.

 Con ello trata  convencer a los Condes, que el dato histórico que les va a contar está sujeto a la verdad. Ese dato no es otro, que les da la primicia  que, el castillo que están restaurando fue visitado por el Emperador Calos V en 1539.





Posteriormente justifica la visita de Don Carlos para agradecer a la casa de  Ayala por haber recibido en 1502 a su padre Felipe el Hermoso en el castillo, y también que esta misma casa condal de Fuensalida estuviese de parte del monarca en todo  momento, incluso durante la guerra de Comunidades.

Recibieron  al Emperador en el castillo el IV Conde de Fuensalida Pedro López de Ayala Manrique, de solo 12 años y su madre Catalina Manrique viuda de Don Álvaro de Ayala que había sido Mayordomo del Emperador muerto recientemente.

Otros datos históricos, vienen a corroborar la información de Juan Figueroa. Esta constatado que Carlos V y su esposa Isabel de Portugal  estuvieron en Toledo desde el 1 de enero de ese año y se alojaron precisamente en el Palacio de los Condes de Fuensalida , pues el alcázar estaba en obras,  quizás por eso Pedro López de Ayala y su madre  Catalina Manrique decidieran ir vivir esos días en el castillo de Guadamur , para dejar su palacio al emperador y todo su séquito. 

Carlos realizo varias salidas de la ciudad a pueblos cercanos como Bargas y Aranjuez, cercanos pues no se quería separar mucho de la emperatriz pues estaba embarazada. El 1 de mayo, en el mismo palacio la Emperatriz dio a luz un niño muerto y a consecuencia de ello falleció.

El 27 de junio el emperador Carlos partía de Toledo  . Es en ese periodo, muy posiblemente desde el 1 de enero al 27 de Junio, fue cuando el emperador visito el Castillo de Guadamur.

            Juan Figueroa, como colofón de su carta advierte que, aunque:

 …faltando el documento original; pero habiéndole interpretado fielmente y resumiendo todas  las circunstancia  para tener como auténtico todo lo referido  en él; firmo la presente declaración………

Muy posiblemente, como vecino, o quizás secretario del ayuntamiento  Juan Figueroa  conoció el documento que dejaba tal noticia de la visita.

Por desgracia, ese documento y muchos otros  más, desaparecieron del ayuntamiento en la guerra civil de 1936, cuando el pueblo estaba ocupado por las milicias republicanas.

Pedro Antonio Alonso Revenga

viernes, 4 de marzo de 2022

APUNTES HISTORICOS DE LA RUTA GUADAMUR PORTUSA GUADAMUR

 

GEOLOGIA DE LA RUTA. Discurre el itinerario, por borde norte de la meseta cristalina de Toledo, de gran antigüedad geológica,   desde el borde de esta. se desciende por su zócalo hasta llegar al Tajo y su vega.

La meseta cristalina del Tajo, se llama así a esta elevación de la superficie de terreno sobre la que están asentada parte de la comarca de los Montes de Toledo. Se extiende en la margen derecha del Tajo en la provincia de Toledo, desde su afluente el Algodor hasta el Torcón y por el sur hasta los mismos Montes de Toledo. Su altitud media de la meseta es de 700 metros, inclinada hacia el norte y al pie de su zócalo discurre el rio Tajo con una altitud media de 440 metros.  La meseta se llama así por estar compuesto por un suelo de rocas cristalinas y que son el resultado de metamorfismo de rocas antiguas magmáticas dando como resultado los actuales los gneis y los granitos que forman el basamento de la meseta. Los suelos son poco profundos y pobres en nutrientes y es muy frecuente que aparezcan afloramientos de estas rocas, sobre todo en los valles de los arroyos debido a la erosión fluvial.

 

La vega del Tajo.-Está formada á formada básicamente por sedimentos cuaternarios, , arrastrados por el rio durante la fases interglaciares del cuaternario,  que forman varias terrazas sobre todo al otro lado del rio ,  pues a este lado  no hay  casi terrazas por la zona, pues el rio está   encajado  en el zócalo de la meseta cristalina. Al otro lado del rio, las terrazas sedimentarias son mas amplias y se han encontrado restos de la fauna del cuaternario como Elefas anticus, hipopótamos, etc y también las primeras industrias líticas del Paleolítico como cantos trabajados y grandes lascas.  

Llegado al puente del rio iniciamos el retorno por la vega de Portusa,  formada como la de Daramezas, en un meandro del rio, únicas que nos podemos encontrar en la margen izquierda Tajo  después de Toledo.  Volvemos a subir a la meseta por ese zócalo empinado, que actualmente llamamos, La cuesta de los Grillos, pero que su nombre antiguo es Cuesta Bermeja ( cuesta roja) por el color las arenas y tierras que forman este paraje. Entre olivares y monte de dehesa se continua hasta llegar a Guadamur.

 

Los   arroyos que descienden por la meseta cristalina desde la cordillera de los Montes de Toledo, forman profundos valles, sobre todo en el zócalo de esta meseta como son los de la Degollada, Guajaraz y Torcón.

Debido al desnivel que nos vamos encontrando llegando al zócalo de la meseta, la erosión a arrastrado las tierras y arenas de la esta meseta dejando suelos pedregosos en los que el cultivo no prospero. Lo que si prospera es la flora autóctona compuesta de encenizas, coscojas , enebros y otros arbustos, romeros y tomillos,  paisaje que se viene a denominar de dehesa. No sin gran esfuerzo nuestros antepasados han introducido también el cultivo de la vid y el olivar.

En la actualidad y se sigue introduciendo el olivo y también pistachos en las pocas zonas fértiles de estas dehesas que antiguamente se empleaban para los cereales.

  La zona de monte de estas dehesas era aprovechada para el pastoreo. Ya que sus pastos eran alquilados por ganaderos de ovejas merinas de la Mesta, los serranos, como se les llamaban procedentes de Castilla y Leon que pasaban la invernada en esta zona, marchándose a sus lugares a comienzos de la primavera.

    También se utilizaban estas dehesas para la implantación de colmenares y la obtención de miel.     Para que la vegetación arbustiva no ocupara la zona de pastos, se controlaba por los carboneros que utilizaban estos arbustos de coscoja y encina para la elaboración de la carbonilla.

 Las encinas se talaban cada 24 años y con su madera se producía carbón, que se llevaba a Toledo y Madrid  en carretas de bueyes.

 

ARRABALES DE GUADAMUR , BARRIO DEL CAÑO.- Saliendo por la calle Marqués de Argueso , se continúa por el camino de la Barca a la izquierda nos dejamos el barrio del Caño  y el Cerro del Pilar , denominado así por la existencia de un pilar o abrevadero  que recoge las aguas de la fuente del Caño . Todo el cerro está poblado de bastantes eras empedradas para la trilla y la limpia del cereal pues esta zona era muy propicia pues el cerro  abierto a los vientos gállego y bierzo, necesario para separar el grano de la paja. Inmediato de esta zona esta el lugar denominado Borocalejo , que no es otra cosa que la deformación de berrocalejo, pequeño lugar lleno de peñascos graníticos.

A su pie antes de llegar al cementerio encontramos una zona de huertas.

CEMENTERIO  MUNICIPAL DE GUADAMUR.-  Fue fundado en 1917, por el alcalde  D. Jesús Alonso , por el aumento de la población , en un lugar bien ventilado como era el cerro de la aldea . Denominado entonces Cementerio de Nuestra Señora de la Natividad, quizás en recuerdo del antiguo que estaba al lado de la ermita de esta advocación.

 

CERILLO DE LA ALDEA.- Se llama así a todo este cerro, que  su pie tiene el arroyo del prado , por haber sido el origen de Guadamur. Sabemos que exigió una pequeña aldea carpetana, que pudo sobrevivir durante la dominación romana y que quizás desapareció con las invasiones bárbaras del siglo V. A finales del siglo XVIII se sembraban aquí 345 fanegas de cereal de secano. Hoy día está ocupado por olivares y fincas ganaderas. Toda esta zona de olivares inmediata a la Dehesa Nueva se denomina El Horno, por la existencia en la zona de un horno para la elaboración de cal, obtenido de pequeños canchales de piedras calizas, que había en la zona, sobre todo en el Cerro del Albillo o Cerro de San José.

 DEHESA DE ACEITUNO.-  Es lo mismo que olivo , aceituno seria el árbol de las aceitunas. Es una finca pero se conoce desde la edad media como alquería: la alquería que es pueblo o caserío , es un grupo de viviendas habitadas por varias familias de familias , que se dedican a la explotación de las tierras circundantes mediante la ganadería, la agricultura y en menor medida la caza.

Esta alquería hoy finca se menciona por primera vez de documentos en el año 1127 , estando habitada por mozárabes , que eran antiguos cristianos que había convivido con lo musulmanes en la zona desde el año 711 hasta la conquista de Toledo . Muy posiblemente su origen puede ser de estos siglos.

Durante la Edad Media y buena parte de la edad moderna fue propiedad de las monjas Bernardas del convento de San Clemente de Toledo .

De unas 1.305 fs., parte de la cual había sido adquirida por la esta Comunidad  monástica en el año 1221 y 33.

Fue desamortizada , o vendida en base a la  la ley de desamortización de Espartero de  1841 .   En 1846 figuran  como  compradores :

  Mateo Murga, que adquiere el primer quinto de la dehesa de Aceituno compuesta de once pedazos de tierra  que . contiene 602 fs. de distintas clases, titulado  Quinto Viejo de Aceituno por 862.000 reales.

 Don Mateo Murga, era un importante financiero, pues se le anuncia entre los suscriptores iniciales de acciones de ferrocarriles, iniciada su construcción por aquellos años por consorcios hispano-ingleses. Le representaban en Toledo la razón social «Hornilla y Muro»

 Don Rafael del Moral vecino de Toledo compra el segundo quinto que estaba formado por 9 pedazos que contienen 589 fs. de diferentes clases y le llamaban Quinto nuevo de Aceituno, por 700.000 reales.

A finales del siglo  XIX la compró Don Carlos Morenés y Tord , Conde de Asalto el restaurador del castillo y en ella trabajaron muchos vecinos de Guadamur . A finales del siglo pasado era arrendada para su uso agrícola y cinegético por gentes de Guadamur.

 Buena parte de la finca pertenece a la Diputación  provincial, tras su compra a un descendiente de los Morenés. En el año 2011 la diputación construyó el vertedero y planta de tratamiento de residuos urbanos de toda  la provincia , con una duración aproximada de funcionamiento de 20años . En  2019 Ecologistas en acción denunciaron que el viento contaminaba de bolsas las fincas las fincas de los alrededores. Aunque se recogieron, según ecologista el daño ya estaba hecho.

   Otra parte de la finca fue adquirida por un empresarios que se construyó una vivienda   que la está explotando agrícolamente con nuevas plantaciones de olivos y pistachos y cinegéticamente con suelta y cacerías de perdices.

 

DEHESA NUEVA . Este terreno adehesado al norte de Guadamur  en la edad Media era una sola dehesa , que fue adquirida por Don Pedro Lopez de Ayala el Viejo, padre del constructor del castillo hacia 1432   Siendo alcalde mayor de Toledo, empezó a comprar tierras en el término para aportarlas a las dote de su hija Leonor que se iba a casar Diego López de Avalos, llamado el de Guadamur , hijo del Condestable Rui López Dávalos, para aportarlas y adjuntarlas ,en el matrimonio a las tierras que tenía ya Don Diego.

Al final estas fincas y otras tierras que seguían comprando en el término  de Guadamur, en Huecas , Fuensalida , Villamiel  y Rielves  y en la zona de la gran finca de Portusa  formarían la base territorial o mayorazgo  del Condado de Fuensalida concedido a D. Pedro Lopez de Ayala y Castañeda el “El Mozo” hermano de Doña Leonor y constructor del castillo de Guadamur en 1470.

En la Edad Media estas dos fincas llegaban casi a los extramuros de Guadamur, pero a partir del siglo XVI se inicia un proceso de ampliación de los terrenos agrícolas que,  desde los prados inmediatos a Guadamur fue comiendo terreno a las dehesas. Fueron fundamentalmente viñedos lo que se plantaron en estas tierras,  próximas a la población. Este proceso de roturación al sur de las dehesas se mantuvo desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX. Los olivares que vemos hoy día, es sus principios fueron todos viñas. Ya que el vino fue el principal producto agrícola de Guadamur hasta finales del siglo XIX, que fue desplazado por el aceite.

LAS DOS DEHESAS.Dehesa Nueva y Vieja 

Esta gran extensión de terreno entre la población y la gran dehesa de Portusa, era el lugar preferente de caza de los condes de Fuensalida. Muy posiblemente el Príncipe D. Felipe el Hermoso, cazase en ella en el verano de 1502 cuando estuvo en el castillo unos días.  Tuvo que ser muy buena esa cacería, que le propicio el IV Conde de Fuensalida, que, cuando Felipe  se proclamó rey de España , uno de los primeros nombramientos que hizo,fue nombrar al conde su Montero Mayor.

     En  Guadamur, durante la historia se tuvo que pasar poca hambre en los siglos pasados , ya que esa abundancia de caza mayor y menor en su dehesa era aprovechada por los vecinos en todo momento, o bien para alimentarse con ella o comerciar para conseguir otras viandas . Tan frecuentes eran los cazadores furtivos en la Dehesa del II Conde de Fuensalida que  buscó una solución casi definitiva para que no la esquilmasen. Dividió la Dehesa en dos Dehesa Vieja y Dehesa Nueva, dejando la Dehesa Vieja al ayuntamiento quedando entonces como dehesa concejil con una extensión de 700 fanegas a y quedándose él   la Dehesa Nueva para sus cacerías. Además de ello, para conseguir que los vecinos de Guadamur respetasen su finca, dio un paso más en beneficio propio y de sus vasallos. Pues las otras fincas agrícolas del término, que eran la mayoría del conde las cedió a los agricultores bajo un pequeño censo enfitéutico anual.

    En 1843, el duque de de Osuna y  Frías, también Conde de Fuensalida, cedió las tierras a los campesinos de Guadamur  que las  venían cultivando desde la edad media , pero una posterior reclamación de esta medida  de los sucesores del Duque se inició un proceso, que no se resolvió hasta finales del siglo XIX , con una sentencia salomónica, quedando Las Viñas de Arriba , la Dehesa Nueva y la Casa Pinto para los Duques de Frias y el resto de las tierras para los agricultores de Guadamur y su ayuntamiento.

En los años setenta la Duquesa de Osuna descendiente de los Duques de Frías se desprende de sus posesiones de Guadamur vendiéndolas  a vecinos de Guadamur :

 Las Viñas de Arriba a Eugenio Lorente, la Casa Pinto a Cándido Sánchez y la Dehesa Nueva la compró el entonces alcalde de Guadamur Antonio Fernandez Moreno. Que a su vez la divide en dos, quedándose con la parte de labrantío y vendiendo la parte de monte a un arquitecto de Madrid.

 

DEHESA DE PORTUSA .- Denominada así por estar al lado de un vado o puerto del rio , portusa significa puertecillo y es un diminutivo latino castellanizado.

   Este paso o vado del rio era muy utilizado ya en época romana y se siguió haciendo con carácter militar y ganadero hasta el siglo pasado.

Atravesaban por  el las  partidas de carlistas que venían de Castilla a buscar refugio en los Montes de Toledo, sufriendo sus consecuencias los vecinos pueblos de Guadamur y Polán. Pues estas partidas roban en los pueblos o reclamaban impuestos o rescates. Eran tan frecuentes los robos de los bueyes de carretería y de labranza que pastaban en la finca, que los ganaderos y labradores de Guadamur en 1838, decidieron asociarse ante la calamidad; acordando ampara a prorrateo a aquel que se viese privado de su ganado por los hurtos de las facciones carlistas

A mediados del siglo XVIII el  cura de Guadamur Don Juan Jose de Funes  Guadamur dice en una relación:

 Al poniente de la villa a una legua esta la famosa labranza, Casa y Dehesa de Portusa, todo acomodado para pan, ganados de todas clases , por la  inmediación del rio al que se pasa por Barca , que toma el nombre y se llama Barca de Portusa.

Era entonces propiedad de la Marques de Estepa ,Doña Maria Luisa Centurión y Velasco sobrina del ultimo Conde de Fuensalida D. Manuel Lopez de Ayala , del cual hereda la finca y el título.

La barca de Portusa era un privilegio que concedía el rey  y de ellas  sus concesionarios  del peaje que se pagaba por pasar el rio  obtenían buenas rentas . Desde Toledo capital,  hasta la dehesa de Ventosilla en el rio . Solamente estaban: la Barca de Pasaje en la ciudad. La Peraleda, Estiviel, Portusa , Ventosilla , Zuarraz y Castrejón.

Estas barca las llamaban de percha , pues estaban aseguradas a una maroma para que la corriente no se las llevara . Solían tener un fondo plano, que utilizaban para planear el rio  con esta maroma o cable denominado andarivel, que  estaba sujeto a  ambos lado del rio a dos machones de fabrica . La propia maroma o cable servía para desplazar la barca.

La vega de Portusa fue muy utilizada el siglo pasado para la plantación de melones , siendo sus hortelanos vecinos de Villaconejos y también se plantó tabaco, quedando aun los secaderos en la finca.

 LOS CIGARRALES.-  De regreso de Portusa una vez ascendida la Cuesta Bermeja,  por el camino de Portusa a Guadamur, nos encontramos a nuestra izquierda la Dehesa Nueva y a la derecha olivares, que eran denominados cigarrales. Surgen comiendo terreno a la Dehesa Vieja que era municipal y lo  hacen en forma de cigarral. Esta explotación agrícola de mediana extensión, solía estar vallada y en ella se plantaban viñas , olivos ,. almendros y frutales. Algunos de ellos tenían  una vivienda en la  que vivía el propietario o el guarda de la finca,  en época de recolección , para vigilar los frutos. El frutal que se plantaba era el albaricoque . alguno  de estos cigarrales llegó a tener mas de mil albaricoqueros. Los muchachos de Guadamur, aprovechaban la siesta de los guardas , para saltarse y coger alguno. Hoy día , viñas y frutales han desaparecido quedando solo el olivar. Los cigarrales más famosos eran  el Cigarral de Molero, el Cigarral de la Monjas y el Cigarral de la Señorita o de las Colmenas, llamado así pues a mediados del siglo pasado las tuvo.  

 

ARRABALES DE GUADAMUR .- Prado de Abajo y Lavaeras

   Entramos a Guadamur por el lugar denominado los Prados de Abajo, prados municipales en los que pastaban los ganados del común . Un poco más arriba a ambos lado del arroyo se encuentran las Lavaeras , que posiblemente toma el nombre por utilizarse esta zona como lavadero de ropas. También en ambas márgenes se fabricaban adobes , aprovechando el propicio légamo de sus orillas originado por las frecuentes inundaciones del este cauce

El Barrio del Caño, se denomina así por la existencia de una fuente municipal con un caño o tubería por donde manaba el agua, a mediados del siglo XVIII. El cura de entonces informaba que la cañería estaba dañada y un siglo después conocemos una restauración.Ya a a mediados del siglo XIX se tuvo que reparar , pues estaba a punto de perderse , en ese siglo o a comienzos del XX , ya se excavo un pozo , y existía un pilar a abrevadero. En el posp  pozo el Tio Quintin Morales, durante la Guerra civil del 36 encontró escondido , una copia del cuadro de la Virgen de La Natividad , que se cree que era de la familia de D. Felipe Clemente De diego.