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GEMA SIGILAR DEL TESORO DE GUARRAZAR

sábado, 25 de agosto de 2018

160 ANIVERSARIO DE LA GRAN TORMENTA Y EL TESORO DE GUARRAZAR.

  Hoy 24 de agosto de 2018 se ha conmemorado el 160 aniversario de la gran tormenta caída en las Huertas de Guarrazar en  Guadamur(Toledo)  que dio como resultado el descubrimiento del Tesoro de Guarrazar.




Como nos cuenta  nuestro buen amigo , polaneco,  David López-Rey Lumbreras  meteorólogo del Canal Extremadura TV en  su libro  La Riada, Polán 30 de Agosto de 1926.   Las tormentas de verano son perturbaciones atmosféricas  violentas, acompañadas de aparato eléctrico y precipitaciones en forma de lluvia, granizo y pedrisco.




Riada de la tormenta del año 2000

                 Estas tormentas en el centro peninsular se suelen dar entre los meses de mayo y de septiembre  y se producen por la formación de bajas presiones  en superficie,  son denominadas  bajas relativas o térmicas , originadas por el calentamiento del suelo, lo que facilita  que el aire de superficie al calentarse ascienda  y se lleve a capas altas la humedad superficial, este aire en ascenso cargado de humedad  forma grandes nubes en las capas superiores  que al encontrarse en estas con temperaturas más frías, hacen que esta agua se precipite en forma de lluvia, pedrisco  o granizo . Cuanto mayor sea la diferencia de temperaturas entre las capas superficiales y las altas capa mayor y mas fuerte serán las precipitaciones.
                 Intervienen en estas precipitaciones otra variable, la localización. Quizás el relieve , como las montañas , los valles  influyen en que unas zonas u  otras sean más propensas,  para que se concentren estas precipitaciones, pero posiblemente el azar  o la combinación de otros factores, pueden hacer que esta localización sea variable.

           Lo cierto es  que el 24 de agosto de 1858 , en la zona de Guadamur denominada Huertas de Guarrazar y El Hazal y las Lomas del Negro , tuvieron que caer posiblemente 90 litros/m2

Gracias a los registros pluviométricos  caídos en Guadamur que D. Eugenio Alonso , maestro de Guadamur, mi maestro, recogió durante toda la segunda mitad del siglo pasado, se han podido establecer la posibilidad de retorno de estas precipitaciones, y estas nos dicen que cada 100 años más o menos se produce en la zona una precipitación de 95,8 litros .  Aunque como esta posibilidad no es absoluta,  tendríamos que  entre los  90 l/m2  que posiblemente cayeron el Guarrazar  el  24 de agosto  de 1858  y los 90 litros/m2 que cayeron en la famosa NUBE DE LA MAGDALENA  del 22 de julio de 1977  trascurrieron  algo más de un siglo, en concreto 119  años . Y el punto de máxima concentración  se desplazó unos tres kilómetros de Norte a Sur.
Don Eugenio Alonso Rodriguez, maestro que recogió durante 50 años las precipitaciones meteorológicas caídas en Guadamur
Mientras que en 1858 el punto máximo se tuvo que concentrar en Guarrazar.

En 1977 el punto de máxima concentración  de precipitaciones  se dio en las Viñas de Arriba a 3  kilómetros al sur de Guarrazar.
Lo cierto es que el azar, el relieve, las condiciones atmosféricas o la ley de Gumbel, o todo ello combinado hicieron que nuestra paisana Escolastica Velasco-Calderón Pérez, tras esa gran tormenta de 1858 , que habia dejado casi al descubierto este tesoro  visigodo, espoleada por unas tremendas ganas de miccionar, descubriera uno de los más bellos de Europa y  se empezase a escribir una de las más  interesantes historias de tesoros e intrigas que conozco y que he tratado de relatar en mi novela GUARRAZAR EL TESORO ESCONDIDO.

sábado, 11 de agosto de 2018

ESCOLASTICA LA DEL TESORO Y EL SIFONERO DE NOEZ


Hace ya un año que publique GUARRAZAR, EL TESORO ESCONDIDO , una historia novelada más que una novela histórica, las ventas han superado mis expectativas y hemos tenido que hacer una nueva tirada.  Aunque la  historia del descubrimiento del tesoro de Guarrazar, a mi entender, está bastante completa en la novela, sigue dando noticias y apareciendo datos  de sus protagonista de los años posteriores, ya cuando esos avatares estaban casi en el olvido.
                 Uno de ellos, es una anécdota de la que fue la verdadera y primera descubridora del tesoro, estamos hablando de Escolástica Velasco-Calderón Pérez.
Anécdota que me ha contado D. Gregorio Escribano Sánchez  descendiente  Escolástica , al cual agradezco su confianza y le muestro públicamente mi deferencia.
                Como ya sabrán los que hayan leído la novela, Escolástica fue maestra en Gerindote y cuando se casó con su novio el secretario de Guadamur se vino a vivir a esta localidad  y lo hacían en la plaza de Recesvinto ,  en la casa que posteriormente ocuparon , la Taberna de Enrique, el Bar del Chico y hoy es el Bar del Practi.
                Por lo que se deduce de este hecho que les voy a contar, al parecer esta mujer tenía bastante carácter.
 La mujeres inmersas en sus casas,  en lo que se conocía entonces por  tareas de propias  su sexo, siempre estaban alerta con un oído en la calle, por si ocurría algo o pasaba alguien fuera de los que acostumbraban a pasar, para  salir a lo que vulgarmente se denominaba y sigue denominándose “oler”. 
Un día acertó a pasar por la plaza, el sifonero  de Noez ,  vendiendo esta botellas de bebida gaseosa . Los sifones,  los traía desde su pueblo  en un carro tirado por dos mulas y al parecer una de ellas era más perezosa que la otra  a la que  llamaba Escolástica,  por este motivo tenía que arrearla continuamente diciendo:
                  ¡   Arreeee….. Escolástca …….Arre….Escolaaastica ¡
                Siempre que pasaba por la puerta de nuestra vecina Escolástica , el vendedor arreba a la mula con grandes voces , no se sabe si era  porque conocía que la vecina se llamaba igual o  era una casualidad, aunque el sifonero  nueceño  tenía fama de guasón .
        Cada vez que venía el de Noez ,  y lo hacía todas las semanas se repetía la escena y Escolástica lo escucha dentro de su casa y cada vez le gustaba menos. Casada ya de la situación. Escolástica decidió darle un escarmiento y un dia le estaba esperando con una vara de almendro de aquellas que se utilizaban para varear la lana de los colchones y casi sin mediar palabra le propino un par de palos al sifonero y le dijo que no se refriese a su mula como e
Escolástica y al marcharse  el limonero se fue diciendo

         ¡  ARREE MUU…LA ……….QUE ECOLASTICA …….NO ¡
         ¡  ARREE MUU…LA ……….QUE ECOLASTICA …….NO ¡