Pocos días antes de terminar la redacción del libro sobre la historia de la Virgen de la Natividad y su Hermandad , me presentó Benjamín Melar Martín , persona vinculada a la hermandad desde hace muchos años, una cajita de cartón de un medicamento y envuelto en una hoja del periódico ABC de 1933, un fragmento del cuadro antiguo de la Virgen, lo había encontrado entre las pertenencias de su madre Servília Martín Patiño y procedía seguramente de su abuela Victoria Patiño, el fragmento fue rescatado de la destrucción total, como muchos otros, por personas piadosas que los guardaron durante muchos años. El fragmento de unas dimensiones aproximadas de 4x 7 cm, presenta una rigidez bastante acusada, dando una primera impresión de fina lámina de madera, pero al contemplar el reverso observamos que se trata de lienzo. La rigidez le viene dada por las sucesivas capas de fina escayola que se dan como base para pintar al temple. En ese preciso momento nos acordamos del Conde de Cedillo, que en su Catálogo monumental de la provincia de Toledo, nos habla del cuadro de la Virgen, que estudió a principios del siglo XX, como pintura al temple. De ahí su rigidez, ya que la fina escayola le daba esa dureza.
La pintura al temple, se ha utilizado desde la antigüedad para pintar paredes que previamente habían sido estucadas y para pintar sobre tabla con este mismo tratamiento previo. Pero no es raro, sobre todo a finales de la Edad Media encontrar pinturas al temple sobre lienzo, sobre todo en los siglos XV y XVI. A partir de entonces se hace muy común el uso del óleo y es muy difícil encontrar obra pictórica sobre lienzo o tabla hecha al temple. La antigüedad que le da al cuadro el temple, se la puede quitar el lienzo, ya que aunque se pintaba en lienzo ya en época romana, su uso se empieza a generalizar en el siglo XVI.
El reverso esta formado por un lienzo, posiblemente de lino de grosor mediano, aunque tampoco es descartable que sea de yute muy fino, con el típico ligamento de lino. ¿En qué consiste este ligamento de lino? .Todos los tejidos están formados por una trama y una urdimbre y en este caso, el tejido más simple de todos, la trama y la urdimbre se cruzan hilo a hilo alternándose, lo que hace que la tela sea más resistente. Tiene la peculiaridad el tejido del fragmento, que tanto en la trama como en la urdimbre nos encontramos cada diez hilos, un hilo de mayor grosor lo que da un aspecto a la tela de relieve en cuadrícula. El descubrimiento de este fragmento que no se incorporó a la copia- restauración actual, abre las puertas a que, futuros análisis químicos y tipológicos del fragmento, nos lleven a descubrir datos concretos de la antigüedad de la copia. También en el reverso, en un extremo en donde ha desaparecido el lienzo, se puede observar como en la base pictórica o preparado para pintar al temple, ha quedado impresionado el propio lienzo. De la misma forma, se puede descubrir como la base está pigmentada en tonos rojos y se observan también afloraciones ocres claras procedentes, posiblemente, del aglutinante que sería seguramente de carácter orgánico.
Esta costumbre de incluir una base coloreada y no únicamente blanca puede ser debido a dos causas, la costumbre de tener bases rosáceas cuando se iban a pintar caras y trajes de esa tonalidad y la costumbre o método de tener bases de este color, cuando se ha de dorar. Esos dos requisitos los tenía el cuadro, ya que llevaba muchos tonos rojos y también tenía el fondo dorado.
En el anverso se puede observa la pintura al temple al huevo en la que parece descubrirse un fragmento del vestido o capa de Santa Ana, de tonos rojizos tirando a grana y otros pardos oscuros que pueden representar la oscuridad de los pliegues del vestido o manto . El tener uno de sus lados con corte recto limpio nos hace pensar que pertenece al borde del lienzo y siguiendo la disposición del dibujo podría pertenecer al borde inferior del cuadro. Tiene también numerosas gotas de cera adheridas esta cara, lógico resultado de la iluminación con velas durante siglos.
Desconozco el destino que va a darse a este fragmento. Propongo que se haga un relicario de plata mediante suscripción popular y se deposite en la ermita para su conservación y veneración. Podria ofrecerse a besar como en un portapaz en la despedida de la Virgen al terminar la procesión.
ResponderEliminar